El virtuoso Tim Farmer.








El virtuoso Tim Farmer
y otros relatos.


de Elbio Aparisi Nielsen.





















Hecho el depósito que prevé la ley 11.273
2009 Copyright todos los derechos reservados.
ISBN 978-967-02-5467-9









Prólogo / Pro logos.
¡Esto no es un galeato!









Me pregunto si hoy tengo ganas de justificar mi comportamiento literario ante ti, de nada sirve si luego las conjeturas son dispares dependiendo del entorno en ebullición en el que posiblemente estés mientras lees. Si me prestas atención desde el papiro milenario puede ser que estés en un salón acogedor, un asiento de tren, metro o autobús cargado hasta las barras de la puerta, sudando quizás o pasando algo de frío dependiendo en el país en el que estés sumergida/o ó marginado/a. Si me lees, como supongo que estás intentando hacer, y no escuchando música, chequeando tu perfil de la red social famosa o simplemente ojeando el periódico digital, si lo haces con total atención significa que  ahora mismo, en este instante estoy viviendo dentro del marco de tu inteligente mente, obra de una matemática avanzada que todavía seguimos sin destrabar. Esa es la pregunta que hago en el título de esta obra de relatos, ¿estás solo/a?, sin ánimos de defender mis malos comportamientos literarios, repito, sin ningún tipo de afán de proteger mi legado, te digo que podrás bucear historias que te harán sentir que no estás solo/a. El otro día en Padre de familia Brian se hartó de escribir libros interesantes y se prometió crear un libro basura para llegar a todo el mundo, al minuto televisivo era famoso y al tercer minuto televisivo era famoso por su fracaso. Me gusta merodear por los terrenos de la estupidez, el fracaso me abriga todos los días mientras escribo, posiblemente pase frío y hambre. Aún así continuaré escupiendo en todas direcciones las nuevas revoluciones silenciosas que se gestan dentro de todos los individuos. Tú, sí, tú, eres uno ellos, quítate el Ipod y suspira, luego vuelves a mi, que ahora soy estas letras que puedes ver más o menos grandes dependiendo de tu aparato. 

Aquí estamos, juntos, leyéndonos, ¿ves?, ¿estás solo/a?, ya somos dos navegando las incertidumbre, la radiación que a otros atonta nos hace fuertes.

En las próximas historias vas a encontrarte en diferentes estados, todos forman uno, una forma singular de recorrer los territorios mentales ya parcelados, seleccionados y colonizados por aquellos controladores terrestres. Apaga las luces de colores y disfruta. 
Pd: Si no te gusta el libro, no pasa nada, es normal, ya te he dicho que el fracaso me abraza… pero no lo sueltes por ahí, ¿sí?























El virtuoso Tim Farmer
y otros relatos.


de Elbio Aparisi Nielsen.













































Los ojos del que no dice nada. 







-¿Te ha cortado?, ¿te ha cortado?, no puedes seguir con esto, Miguel, mírame, ¡qué me mires te digo!, ¿cuántas veces hablamos de esto?, dime, ¿cuantas?, por lo menos cien, ¿mil te suena de algo?, no pongas esa cara de idiota que sueles poner cuando te regañan, soy tu mujer y no tu madre. Me tienes hasta... no me hagas hablar, ese hijo de puta te tiene así desde hace meses, ¡lleva toda la vida haciéndolo y te sorprendes siempre de la misma manera!, ¡mírame!, me voy, te puedes quedar con la casa, la del pueblo es mía, con eso me arreglo... como hice durante todos estos años. Deja ya de hacerte el idiota y cambia esa cara, es lo que siempre quisiste, quedarte solo en casa, a tus anchas, dejando la mierda por todos lados, no sé qué mierda hice todos estos años detrás tuyo, al final eres un viejo sin motivos... tanta gente mal viviendo y tú... te odio, ¡te odio!, ni una lágrima se te escapa, ten cuidado a ver si te deshidratas, tendría que verte tu madre, ella si te ponía a punto, cambiaste tanto Miguel, mírate como estás, ¿fui yo?, dímelo, me da igual, a estas alturas no hay nada para mi, una vida asquerosa arruinada, ¿a dónde voy yo sola con mi edad?, los hombres hacen exactamente lo mismo, y yo... fui una estúpida, eso fui, destrocé mi cuerpo para tener al zángano de tu hijo drogadicto, mi juventud la perdí entre tus abrazos falsos._el sudor en su frente no hacía más que comenzar, ardía de fiebre, sentado junto a la ventana del salón. El aire viciado comenzaba a afectarle, las palabras se repetían en ecos inaudibles, borroneados por la temporalidad atrasada.-¡No le di a ningún otro hombre ni media ración de amor por ti!, solo por ti, más bien por lo que apuntabas a ser, ¡y mírate ahora!, me das asco, todos los males me llegaron cuando te conocí, te deshicieron poco a poco y no me di cuenta, ¡mírame!, las huellas de tu supuesto amor están en mi piel, no soy atractiva para nadie, huelo muy mal y enfermo más y más. La vida no me deja hacer lo necesario, es terrible lo que me haces, ¡límpiate al menos!, ¡te digo que me mires ya!, ¡te odio!, ¡te odio!, ¡te odio!, ¡te odio!, di algo, di algo maldito fracasado... dime que me amas al menos, dame un abrazo falso para eludir la crueldad del tiempo, hazme bella por lo menos ahora, prometo no volver, la casa del pueblo es acogedora... extraño a mi niño... extraño a nuestro pequeño, ¿qué hicimos?, mírame, voy a marcharme para no volver, no dices nada... solo sueñas con tu vida fantástica, ¡esa vida no existe!, ¡está en tu mente!, vuelve aquí por Dios, vuelve a mis ojos, todo eso no hace más que prepararte como cebo de una pronta cacería. Dime algo, guardas ese color único, esa mancha te hacía tan... eras atlético, todas querían ser tuyas, me decían lo mucho que me envidiaban, por mi futuro contigo... el oro se volvió plata barata hasta ser un cobre gastado y perdido en el mar... no eres ni el rastro que dejabas con tu perfume, te odio, pero más me odio a mi, ¿cómo no pude ver que el tiempo hacía esto?, ¡este espejo me lo regalaste tú!, reirías por dentro al hacerlo, maldito enfermo... justificaba cada año con lo que sucedía, primero fueron tus hermanos, luego tus padres, nuestro hijito, sus problemas, después los tuyos, pero siempre te recuperabas y caías, me robaste la juventud para nada... estoy en esta casa que costó sudor y lágrimas, ¿para qué? el sol no tiene efecto sobre mi, las nevadas me asustan y me encierran más, los días de lluvia son horrendos porque me recuerdan a ti con sus olores. Me arruinaste como lo hiciste con él, apagaste sus sueños con tu elocuente mirada crítica sobre lo que creías justo e injusto, ¡sus ilusiones se murieron antes de comprender realmente quién era!, ¡fue tu culpa gordo asqueroso!, mira como babeas, ¿sueñas despierto para vivir un paralelo hermoso?, ¡mírame, vuelve!, atrévete a mirarme al marchar, seguro lo haces cuando ya no pueda verte, llorarás quizás por lo que fuimos... no lo creo, te entretienes mucho allí dentro, eso no va a desaparecer los años horrendos que me diste, olvídalo, aunque lo intentes no podrás, todas las almas se juntan a rodearte día y noche, te maldigo para el resto de tus respiraciones, que la última esté acompañada de dolor... adiós Miguel, mi vida comienza... ahora mismo..._sus pasos desprendieron aromas del pasado, recuerdos encapsulados minuciosamente, las vibraciones de las tres puertas de hierro llegaron como ondas a su piel, los censores nerviosos publicaron en ella una edición barata de la realidad. La mar estaba dormida, sin dioses molestos ni hijos malvados en guerra con el bien, la mar estaba estirada como una manta sobre la arena. La puerta se abrió sin avisos ni preámbulos, la luz cegadora lo obligó a parpadear, era una mano extranjera la que la hacía flotar insistente.-Señor Miglioretti repita conmigo el número uno, ¿me oye señor Miglioretti?, despierte, despierte señor, la junta le espera ansioso, hemos cerrado la fusión con la caja africana, ¿señor me oye?, ¡llamen a una ambulancia!, ¡auxilio, por favor!_ella existía, ella era más que una mujer, ella era su respirador artificial.































 Cándida. 




-Hace dos minutos que estoy sentada, ¿tú?
-Recién salgo de una reunión con la cuenta de Dick, es un perfecto idiota el administrador, encima se rehúsan a hablar los dueños, estamos atascados en las negociaciones y lo de siempre, esperar a que llegue Marson y Starck para que nos roben sobre la última hora.
-¿Te pido un café?
-Dile que sin cafeína.
-Es un sin sentido.
-Lo sé, es similar a los parches de nicotina, me engaño, no puedo volver a beber una gota más, estuve al borde de los nervios, en casa por las noches casi mato a mi marido de lo histérica que me volvía.
-No es para tanto, yo bebo uno al día y me mantiene en perfecto estado.
-Es tu organismo.
-¿Cómo lo llevas eso que me contaste?
-¿Lo de mi hija?
-Sí.
-Supongo que bien, ayer salió de la rehabilitación llorando y gritando que no quería volver, hoy a la mañana la he visto sonreír con su padre, pero no es del todo sincera, nos ve día a día y sufre mucho más que nosotros.
-Tienes una fuerza de voluntad aplastante, te admiro.
-Eso es un triunfo diario que no termina jamás, al menos hasta que cierre los ojos en paz, eso es lo que me reconforta, el saber que lo doy todo siempre. Sus ojos, tienes que verla, esa luz que me irradia, espero llegar a la suma el mes que viene, pensamos ir a la capital de España, hay un centro allí, en Madrid que puede ayudarnos.
-Toma, uy, quema un poco.
-Gracias.
-Nada... sigue, perdona.
-No es nada, eso, allí pasaremos dos meses completos, dicen que hacen un gran trabajo, me fío, hay una segunda alternativa pero es muy lejana, por el momento decidimos actuar inmediatamente, ya sabes que avanza muy rápido.
-Leí algunos artículos, no sé cómo lo haces.
-Es mi hija, saco fuerzas de donde nacen mis temores... estoy armada hasta los dientes para luchar, es un ángel y si alguien tiene que marcharse de esta vida seré yo antes que ella... por Dios, lo lamento, no quiero ponerme así pero hay instantes que... 
-Tranquila, bebe un poco de agua, toma, respira, ¿vamos al parque?, queda media hora para que lleguen los otros.
-Pero...
-Nada, vamos, todavía estarán bebiendo las copas y los cafés, el parque es un sitio más acogedor.
-Gracias, no sé nada de ti, siempre me preguntas por mi niña, pero para mi eres una extraña, perdona que lo diga así, pero es cierto, no hablas de ti, siempre me escuchas, me alientas.
-Eso no importa, suelta las palabras, esa presión te sostiene.
-Puede ser, de hecho nunca hablo con nadie de esto, mantengo el tipo, pero contigo... se puede respirar mejor aquí, por Dios, toda esa naturaleza entre tanto acero, veo la ciudad y pienso en las millones de personas que están en completa forma, hago una estadística rápida y encuentro que entre esos millones solo hay un caso de deformación degenerativa caótica.
-Tu hija es la respuesta a uno de los enigmas del mundo... el tiempo. Ella está demostrando que no hay células programadas, en ella se reprograma hasta encontrar a una niña o adolescente en el lapso de una temporada.
-Eso es lo que más nos perturba, pudimos verla llegar a la adultez siendo una y luego otra en la niñez, el tiempo... no quiero que ella sea la respuesta de nada, simplemente es mi hija, ¿por qué no al resto?, es un ángel, su luz es cálida, puedes tocarla y enamorarte de la vida, tiene un don que jamás podré reproducir.
-Su caos es la demostración universal del todo. No te aflijas, ella vivirá mucho tiempo, solo tienen que adaptarse a los momentos de rehabilitación.
-Es que eso es uno de los procesos, luego corre como una gacela y al día está en cama moribunda, sus cambios repentinos son muy duros de aceptar.
-Revélate en contra de tu moral, de lo que eres y te dijeron ser, ella te necesita en toda forma, yo no he hablado de mi por un motivo.
-¿De qué hablas?
-Siéntate.
-No, gracias prefiero seguir caminando, ¿qué sucede?, te ha cambiado la mirada.
-Puede ser, eres tan... mira, soy alguien que puede ayudarte, pero tienes que...
-¿Eres del gobierno?, ¡lo sabía!, mi marido me dice cada mañana que me cuide, que no fíe, tenía que haberlo sabido... embustera. 
-Te equivocas.
-¡Vete!
-Espera, cálmate, soy hija del propietario de la empresa en la que trabajas.
-¿Y eso que significa?, si vana despedirme por algo que me lo digan, no pienso vender a mi niña.
-No, no, siéntate, no es eso, creemos firmemente que ella es un milagro único y queremos ayudarla a llevarlo mejor, aislada del circo que se ha transformado.
-Todas las empresas tienen un propósito económico, no sé ni quién eres realmente, soy una pobre idiota.
-Ellos van a ayudarte, tienes a tu disposición un avión para el próximo martes, el destino lo sabrás solo tú, el piloto y mi padre, créeme, será una vida llena de amor hasta el final de tus días, cuando no pueden cuidarla estarán mi familia para hacerlo, mi padre es creyente, no me mire así, es verdad, lo juro por mi santa madre, deseamos hacerlo por el bien de su hija, pronto tendrán el poder de apropiarse de ella, tal y como vienen las cosas dadas será en unas semanas. Mónica entiendo tu miedo pero es momento de actuar.
-Es que...
-Ella vivirá hasta el fin de los días de la propia humanidad que la vio nacer.
-No es una anomalía.
-Yo he dicho milagro, otra forma de vida, una vía alternativa... pero ellos pretenderán utilizar su genoma para crear más... no hay tiempo.
-Es que.
-Dame la mano, confía en mi, Mónica, será un sueño para los tres.

La fría conexión que establecieron sus extremidades pronto hizo unión de energías nobles, al cabo de unos días estaban en la isla arropados por un centenar de médicos del mundo, aquél primer diálogo fue la piedra angular de la nueva civilización. Allí, entre nubes, caminaron hasta morir sus padres, allí dio por primera vez vida a otro ser, Cándida, aquella niña enferma y triste, había colmado la razón humana para empaquetarla de nuevas codificaciones extranjeras. Ciento dos años después pudieron desacelerar los procesos, y aquellas vidas de días fueron décadas de plenitud, en cada uno de los estados evolutivos.

Mónica suspiró mirando desde la ventana el milagro de haber trabajado en aquella multinacional que tanto había odiado. Pensó una y otra vez, arrepintiéndose, en las veces que había pensado en irse, en la claridad del destino que le tenía encomendado su amada hija.










Saint Pancras. 



-No subas, por favor, olvídate, no subas, deja que el tren hace su camino de ida solo, con esa gente que quiere cambiar, pero tú no, no eres como el resto, dame un respiro, una sorpresa, ¡quédate!, si subes no encontrarás a nadie que lo haga como yo, eso es amor, lo sientes, ¿lo sientes?, lo sientes, estoy segura, estás aquí, conmigo, no subas, aunque tus deseos creen fantasías._ el pitido anunciaba la partida, los últimos de última hora subían nerviosos, sudorosos y con saludos forzados de lágrimas partidas. Él seguía en la puerta, inmóvil, dudando, recordando, analizando, sabía que su cuerpo tornaría nuevamente a la quietud y no quería que reconociera su secreto. Curiosamente un hombre miraba entretenido con la escena desde un banco de madera semidestruido, vestía un saco marrón y una manta sobre sus piernas, lucía como un indigente pero de pocos días en las frías calles de Londres.
-Te recordaré, haré de tus olores una colección diaria que respirar, escribiré en mi alma tu nombre para recitarlo todas las mañanas de tu ausencia, pero debo, quiero y voy a marchar Olivia.
-Te han dicho que lo hagas por mi bien, mi padre es un hombre muy persuasivo pero no tienes porqué rendirte ante su poder, amo el calor de todos tus momentos, no me hagas esto Lucian, no, voy a morir, moriré de tristeza, aunque no lo creas._el hombre sacó sus manos a la intemperie, se acomodó y buscó al mismo tiempo en la bolsa que tenía junto a él, un bolígrafo con un papel manchado. 
-Conocerás la verdadera vida, no dejes que te ahoguen las emociones encontradas, no tiene que ver con tu padre, es un buen hombre, se ha equivocado pero hará de ti una mujer de bien, descuida, todos los días de tu vida pensaré en tu sonrisa, no lo sientas, evita sufrir, lo haces más duro para los dos.
-¿Fui muy exigente?, dímelo, al menos sabré que todo fue por mi culpa, no lo comprendo._el tren comenzaba a circular lentamente, un nuevo pitido la asustó y se desprendió del manillar con el que estaba sujeta, a escasos centímetros de Lucian, oliéndolo sin poder lograrlo.
-Respira Olivia, respira, ¡el sol te hará olvidar!, no hay nada que te ate, yo soy amor hasta el fin de mis días y tú un manjar que el mundo debe probar, vive, haz de tu aliento una motivación, tienes el don y la fuerza, tu padre te guiará... adiós Olivia._ al abandonar lentamente a su mujer recordó el dolor tardío que se acumulaba tras todos los abandonos, ningún ser vivo había acumulado tanto amor y tristeza en su vida, su tiempo en la tierra correspondía a otra civilización, su secreto seguía inquieto pero a salvo en su universo emocional. En el último instante grabó la imagen de Olivia arrodillándose sobre la grava quebrada de la terminal, junto a ella ese misterioso hombre que creía conocer de algún sitio anterior. Cuando quiso recuperar la mirada para ahondar en ese recuerdo que estaba a punto de salir el tren se adentró entre los árboles y las casas derruidas por el anterior bombardeo de final de año. Se sentó en el primer escalón sin importarle su seguridad y buscó en su mente el rostro de aquél individuo que tanto le alejaba del dolor reciente que le había generado abandonar a Olivia. Tras unos minutos de intensa búsqueda desistió recordando su promesa sobre el amor y entre selecciones numéricas arbitrarias eligió sentarse junto a la ventana acompañando a una anciana solitaria que pronto entablaría una conversación de viaje.

-Es un día estupendo._dijo ella con la seguridad de continuar con la hora y luego el pronóstico del tiempo.
-Lo es, definitivamente._soltó con un pesar abrumador.
-¿Le ha pasado algo, joven?, tiene una cara de susto que pocas veces he visto.
-Descuide, no tiene que ver con la muerte, siempre hay motivos para sufrir, señora, necesito dormir, gracias por su interés.
-Una persona tan joven hablando así me apena, yo no me detenía por nada... he oído todo querido, lo hemos oído todos... esa mujer se ha quedado destrozada, no hay razones tan profundas para el abandono, debemos enfrentarnos a nuestra naturaleza.
-No quiero hablar sobre eso.
-Deberías, nadie deja al amor de su vida por nada, ni el oro, ni la divina providencia puede hacer eso.
-Llevo clavada la estaca del tiempo en mi espalda, no hay nada que me deje disfrutar... busco por el mundo pero estoy solo, y muero en cada despedida, no lo entendería, lo siento.
-No tienes porqué hacerlo... elige bien, mira los caminos, no siempre es el que tiene luz.
-Si fuera eso señora, sería tan fácil... el tiempo no existe para mi... ni la luz, llevo siglos gateando a oscuras, cada día que pasa desconozco aún más mi origen, mi sentido.
-Hablas como si fueras a morir hoy, es muy triste querido, mira allí fuera lo que tienes, sonríe, a mi pronto me vendrán a buscar, ¿pero a ti?
-No hay quien me busque, ni a quien temer... no lo entendería señora, necesito dormir solo unos minutos, en otro momento hablaremos, ahora debo pensar._apoyó se mejilla contra el cristal frío, unió sus recuerdos, vio sus rostros caer en armonía por un acantilado de fondo indescriptible y gimió desde el centro de su carencia queriendo dejar de respirar, sintiendo la utopía de morir como el resto... a cambio de eso solo recibió un haz de luz que lo obligó a mirar al cielo y contemplar admirado la belleza de esa estrella enana que tarde o temprano sería su única salida.
-¿Es bello, no?_ le preguntó inquieta, intentando devolverlo a la vida. 
-Sí señora, es lo que me mantiene cuerdo, no hay lógica, ni espiritualidad que me haga eludir sus caricias, lo hace siempre, recompone mi única esperanza de hallar paz en el final que sueño.
-Qué sea dentro de mucho tiempo... tienes la vida por delante... ¡y brilla, querido!
-¿Tiene usted unos minutos?, voy a contarle una historia que solo debe conocer usted, es intransferible, ¿podría prometérmelo?
-Tengo tiempo, el viaje te lo permitirá.
-Pero debe prometerme no transferirla, es la condición de nuestro trato.
-Hecho.
-Y no debe, bajo ningún punto de vista... enamorarse de mí.
-Eso sí no puedo prometerlo, querido... me recuerdas... el amor de una madre no puede ser reprimido... soy toda oídos, solo te pido que te acerques, así podré escuchar atenta y sin problemas.
-Será un placer...
-Olivia Peterson.
-... Lucian O´higgins, para servirla._al oír su nombre se paralizó confundido, cerró sus ojos queriendo encontrar la fecha real de su despedida, miró el tren que ahora estaba muy descuidado por el paso de la gente y los años. La gente había cambiado y los olores comenzaban a colarse mientras ella esperaba impaciente la bella historia de su vida.-¿Olivia...?_preguntó sin soltar palabra... el sol a iluminaba plena, sus ojos traslucían reviviendo sus colores verdes amarillentos... tras unos segundos supo que le contaría su secreto a una anciana que había abandonado hacía escasos minutos. 

Durante los siguientes noventa minutos abrió su historia en palabras en un sin fin de esclarecedoras respuestas. Olivia, colmada de amor, al arribar al destino... cerró sus ojos con una última sonrisa. Lucian la besó en su mejilla y se perdió entre la nueva multitud que desconocía, una nueva década nacía frente a sus ojos.
























 El montador de Utica. 




-¿Cómo fue ese día?, me hace pensar mucho en como me miras ahora, no sé, lo que haya cambiado en el camino.
-No hay nada que pueda decirte, sin palabras para decorar algo tan profundo como verte llegar a la realidad, embarcarte conmigo en una aventura dura pero hermosa... eso, puro amor... lloré mucho, aunque no me hayas visto, mejor dicho, si me viste pero no lo recuerdas, me critico eso, la mirada no cambia, se puede empañar por todo lo que se presenta, incluso puede llenarse de barrotes insensibles para disfrazar, pero eres amor, eso representas cuando te miro, te estudio y fantaseo.
-No me hagas llorar... siempre termino llorando pá.
-Sí tú me has preguntado, tu curiosidad es lo que me sorprendió cuando tenías dos años, terrible potencia en el cuestionamiento, imagínate un ser que solo piensa en mujeres y botellas de líquido mortífero lento. Imagínate a ese tipo de persona con la que no te relacionas, ese era yo, y de pronto, tras nueve meses saliste repleta de cuestiones que me superaban por todos lados. Leía como un burro para poder ser algo más padre, te confieso que sentí limitarte, muchas noches suspiré maldiciendo mi ignorancia, antes no existían los buscadores de Internet, esa voracidad implacable había que neutralizarla con respuestas. Gracias a ti soy quien soy, ¿me preguntabas por el camino?, ¿mi mirada en el trayecto hasta hoy?... mírate, ¡mírate en el espejo!, ¿qué voy a decir?, estás perfecta, no dejo de soñar con el abrazo de tu madre y el tuyo... juntos... 
-No digas eso, pá, estamos juntos, no voy a dejarte solo...
-Sí lo harás, tienes todo lo que necesitas para volar, te di las alas jóvenes, insanas y supiste volar desde el principio, ahora lo que haces es algo superior y no puedo retenerte, debes irte cuanto antes, como sea, tienes el dinero.
-El valor lo pongo yo... lo que más vale en mi vida... eres tú.
-Calla, me recuerdas a tu ma...dre... 
-Se te ha escapado, ¡lo he visto!
-¿Qué?
-Esa lágrima, ¡la he visto!, ¡sí, la he visto!, pequeña, navegando un surco de tu piel, cayendo vergonzosa pero completa.
-No puede ser.
-Sí, es.
-Vete de una vez.

Su sonrisa traspasó su alma en un intento por llevarlo lejos, junto a su madre en algún rincón del ártico, la lluvia comenzaba a marcar la ropa con sus lunares sucios de contaminación. Un vecino se detuvo para saludar, sabía del viaje a Boston, lo de la beca y de la jubilación anticipada de él. Lo pensó durante un instante pero siguió caminando sin quitar ojo, comprendía lo que estaba pasando su compañero de fábrica, eran miles de despidos asistidos por la crisis financiera. Ella cogió su maleta con pegatinas de banderas extranjeras de la tienda de la otra calle y acomodó la tira derecha de su mochila verde con blanco gastado. Su padre se sentó en el primer escalón de la escalera del portal, juntó su mentón con las palmas de sus manos utilizando como soporte sus rodillas gastadas por las miles de horas frente a la línea de montaje. Su sonrisa dibujada por su felicidad continuó regando de amor su mente, fantaseó con vivir en un piso desde el que miraba a las personas como hormigas, ideó una habitación para su comodidad y almacenó los cuadros de su mujer en una recámara adaptada para sus obras, todo eso lo creó en el instante en que ella detenida en el tiempo lo observaba rebasada de amor con el peso de su equipaje flotando sin importarle. 

-¡Vete de una vez!, este barrio ya no sabe quien eres.
-¡Sí que lo saben!, soy la hija de Nick el montador, ¡soy la hija de Nick el montador, y estoy orgullosa de mi origen!, que lo sepas papá, nunca me olvidaré de ti.
-Son solo unos meses... luego será otro el que cuide, tranquila, es la vida mi amor, vengo preparándome para esto durante años y mírame.
-Ven aquí hombretón, ven aquí, a ver si lloras como una niña y no podré irme.
-Es imposible, tienes el taxi esperando... el tiempo es...
-...un regalo, pá, eso es el tiempo.
-Llama cuando embarques, no olvides tomar esa pastilla del mareo, ve al baño antes de despegar y suénate los oídos, lo sabes bien, boca abajo y bien fuerte.
-¡Qué sí, pesado!

El claxon retumba con fuerzas potenciado por el recibidor de la casa provocando el ladrido del perro del vecino.

-Vete mi amor, te ayudaría pero mi espalda está matándome, eso, y los nervios que tengo.
-Descuida, no pesa nada, lo que me pesa ahora mismo es el corazón... te amo papá, con todas mis fuerzas... y... gracias.
-No, hija, gracias a ti... ella está junto a ti ahora mismo, vete feliz, lo hiciste muy bien, sé la mejor, demuestra lo que haces, haz de esos ricos unos idiotas, enséñales de donde vienes. Pensaré en ti todos los días, pero lo haré orgulloso, sube, sube que no llegas... siempre al límite, adiós, hasta pronto, cuídate mi amor, estaré al tanto de tu Facebook, lo que sea me envías un mensaje, no llores hermosa mía, no, vete, ¡te amamos!, adiós... adiós._dijo por lo bajo derrumbándose tras dejar de ver el taxi que la esperaba. Inmediatamente supo que debía rehacer los planes, había tanto que hacer, ¿por dónde empezaría un viejo e inútil joven de cuarenta y cinco años?... vio entre su marea de imágenes un glaciar, abrió el portátil y buscó durante unos minutos páginas Webs sobre viajes en barco hasta que dio con un navegante solitario que había colgado un mensaje en un clasificado gratuito hacía nada menos que un minuto. Apuntó el número de móvil y lo llamó sin meditarlo, el corazón le latía infatigable al borde del colapso, sus ojos estaban hinchados de la presión arterial, si podía hablar era de milagro.

-¿Hola?
-Perdona, es que... acabo de leer tu clasificado y me ha parecido interesante asociarme contigo, es una causa digna de representar... perdona mi voz es que...
-No es problema, me asombra lo rápido que has llamado, mi plan era aceptar al primero y juro que no salgo de mi asombro por la rapidez, ¿qué te lleva a viajar conmigo?
-Es que no lo he pensado, es largo de contar.
-Suéltalo, estoy solo, aburrido y... en alta mar.
-No entiendo.
-Estoy llegando a Rhode Island en tres horas y media, voy a doce nudos y con el trayecto controlado, así que puedes contarme lo que sea.
-Increíble... pues... mi hija acaba de viajar a Boston... a Harvard, y para ser franco, llevo viajando solo desde hace mucho tiempo.
-¿Sí?, dime que embarcación era...
-No, perdona, ha sido una metáfora, llevo solo con un barco de tierra muy difícil de gobernar, y acabo de atracar en mi casa hace unos minutos, me han llegado todas las sensaciones que había deshecho para criar bien a mi pequeña, ella nos dejó cuando nació pero... su regalo me hizo un hombre completo... hasta hoy... sé que aquí no haré nada por el mundo, seré más de lo que hay en cada casa de mi vecindario... necesito retomarme, mi propio camino, reconocerme, y confío tanto en mi intuición que ahora mismo, mientras te cuento esto estoy terminando de hacer mi maleta... una pequeña, con lo básico, no te preocupes por el dinero, tengo, ni por mi, soy educado, respetuoso, me interesa aportar ideas a tu causa y pienso hacerme al mar como me hice a la tierra.
-Quizás amigo, quizás el mar no cueste tanto como la tierra... en dos horas y unos minutos en el muelle, pregunta por el amarre C56... tira las llaves de tu casa... te espera un viaje indeterminado.
-¿Veremos algún glaciar?
-Verás sitios que jamás podrás reproducir en palabras.

























Un bosque llamado Ben. 









Le doy vueltas todos los días, era un buen tipo, no debía morir y dejarnos solos en este mundo hipócrita de seres tripartitos gracias al modelo de poder, dinero y fama. El cine me hizo un tipo menos serio e idiota, complaciente con todo el mundo, el cine me hace un ser de perspectivas autodestructivas, él era uno de los míos, parte de mi clan esparcido por el mundo, si me miro ahora mismo como un Dios aburrido puedo entender al resto que coexistimos en este cuarto con olor a flores baratas. Junto a mi están Carol, Chad, Edna, Anca y Ayrton, todos ganadores en Sundance, Venecia, Berlín, San Sebastián y un largo etcétera que me enorgullece y molesta, aunque sé muy bien que no son de mi clan, Corey sí lo era, pero está muerto después de agonizar innecesariamente dos semanas interminables.

-Voy a fumar unos minutos, ¿vienes?_Chad no sabe esperar a nada, ni siquiera contemplar a la muerte, seguro piensa en el guión que le han confirmado hace unos minutos desde su puto móvil de mierda. Es que no tienen respeto por nadie, aquí solo hay guionistas, agentes, especialistas, peces gordos y sanguijuelas en busca. Recuerdo la pésima actuación de Robert de Niro en su última bosta cinematográfica, la escena se duplica en la realidad y me siento un nuevo actor intentando caer bien en un día horrendo para la familia Collinwood. 
-Prefiero algo de aire contaminado a esto._ser sincero es mi defecto principal, otro es pegarme a Chad "poco brillo" Trump (leáse bien, el sobrino del magnate de tupé). Bajamos la pequeña escalera de tres escalones de mármol griego y nos sentamos en el banco marrón oscuro que tienen frente a una ventana pared sin mancha alguna y con una vista del bosque insuperable.
-Eso sí es naturaleza Ben, ¿imaginas perderte en la noche allí dentro?, puede ser doloroso. 
-Chad, tienes un GPS bajo la piel, a ti nunca te dolerá nada.
-¿Cómo lo sabes?
-Una noche en el Partten Club, no me costó mucho hacer que sueltes rondas para la gente, pagabas con el chip, ponías la muñeca sobre el apoya brazos del sofá y las tías y el alcohol venían como la lluvia nos moja.
-Eres un... es verdad, también vale como GPS entre otras utilidades secretas. Ben, es una putada todo esto, vamos tres entierros en dos meses, solo nos vemos para despedir a uno de los nuestros._ siguen creyendo que son de mi clan, el hecho de que fuéramos la élite de nuestra generación los volvió equivocados, insuficientes, idiotas perdidos. Corey sí era de los míos hasta hace unos días atrás, cuando...
-Mira, tengo que irme, me alegro de verte bien Chad, no dudo que comes bien, duermes mejor y filmas como te antoja en tus propios estudios, espero no tener que enterrarte en un tiempo.
-Lo mismo digo compañero, lo mismo digo.
-¿Por qué repites lo que dices?
-No sé, ¿por qué lo preguntas?
-Es que me recuerdas a una peli muy barata de hace unos años, nada, cosas mías, suerte con las premiaciones de este año, aunque seguro ya las tienes agendadas.
-¿Qué insinúas, Ben?
-Nada, ¿yo?, he dicho que tienes una agenda para el año, como todos, ¿qué más?, seguro te darán el globo de oro por enésima vez sin dudarlo.
-Eso no lo sabe nadie Ben, ¿sientes envidia?
-Mira, hoy es el día de Corey, estoy hasta los mismísimos huevos de hablar con gente como tú para nada, así que me voy a mi caravana a seguir rodando este puto país de enfermos, gordos y putas para ver si encuentro algo que criticar con un poco de dignidad.
-Pura envidia.
-Vete a la mierda Chad, recuerda tu apellido, bonito de cara, recuerda tu cuna.
-Mira... me vengo a enterar que eres como el resto, solo te da rabia mi dinero, mi fama, mi prestigio internacional solo porque tú no lo tienes, ¿me vienes a decir esto hoy y aquí?, vete a la mierda Ben, pensaba proponerte algo pero entiendo que todavía sigue sin estar al nivel de las circunstancias.
-Sé feliz Chad, diles al resto que quizás encuentren una caja de madera más cara y bonita que la de Corey, pero que todos tarde o temprano caerán en ella como un saco de madera recién cortada. ¡Y olvídate de mí, no pienso trabajar contigo!
-Eres puro odio, sigues oliendo a la mierda que te metes, Ben, ya no cambiarás, de eso estoy muy seguro, muy seguro.
-¿Sigues repitiendo frase?, eres patético. Dile lo que me has dicho al resto.
-¿Es una amenaza?, y no duplico frases, son mías.
-No, es una frase de otra película barata... una de las tuyas. Hasta hueles a barato y vendido.
-¡Vete a la mierda!_ creo que le han oído desde la otra planta, el mármol es un buen conductor de sonidos.

Corey había matado animales frente a la cámara solo para ejemplificar todas las barbaridades que había cometido el cine. Sus películas retrataban a actores frustrados, fracasados o descartados por el sistema de actualización de la fama. Era un genio indiscutible, todos sus filmes eran el retrato del huracán Hollywood, solo enseñaba las ruinas humanas que se desperdigaban de norte a sur por nuestras tierras americanas. Bajo soltando el aire podrido de la despedida por la calle tres con Bennett, es domingo pero el Soderberg plan está abierto, un buen polvo me dará inspiración divina. Corey te extraño, acabo de dejarte con esa filarmónica de New York tocando la canción que tanto detestabas, el único que lo sé soy yo, te reirás desde la tumba, siendo polvo, me voy con la latina, esa boca me va a comer la polla sin decir basta, tengo noventa dólares para estirar el dolor, pienso entrar en ese bosque y perderme con la cámara, algo bueno tiene que salir, y si es la muerte que sea de noche, así no la veo, Corey, amigo, la chupa de maravillas, casi no puedo hilar las ... por Dios, bendita sean las indias centroamericanas, es un coño viviente, eso... así... Corey no me olvides... pienso filmar mi muerte para que la edites desde allí.












 Gracias por todo Mariano. 




-Es lo peor que me pudo pasar en la vida, ¿¡y ahora qué hago, Mariano!?, se murió, ese enfermo, borracho, maltratador, esa basura de persona que odiaba hasta a su perro me dejó sola. Lo extraño tanto, puedo sentir sus golpen en la rodilla, todavía la siento crujir, a cada paso lo recuerdo._ La copa de licor 43 acaba de entrar en su cuerpo como azúcar para un hiper activo.
-Lo mataría dos veces, en cambio a mi no me extrañas nunca, hago todo por ti y mírame, estoy con la soga al cuello, dejé ya tres trabajos cuando empezaron a sospechar, no puedo hacer nada sin verle la cara a ese hijo de puta, encima, para colmo de males, tú lo extrañas, ¿me tomas por estúpido?, ¿qué haces?, deja ya esa mierda de licor... vas a terminar peor que él.
-Mariano, ¡a mi nadie me dice lo que tengo que hacer!, si extraño, extraño y punto, no tienes voz ni voto en mi vida, él tenía cara de ganador, su temperamento era muy fuerte pero me hacía el amor como nadie.
-Pero, mira si eres... voy a terminar dándote una bofetada para que te calles... por tu culpa mi vida es un infierno, esto no lo voy a soportar, ¡no lo voy a soportar ni un minuto más!, voy, suelto todo lo que tengo que soltar y a la mierda. 
-Tranquilo guapo, no tienes que hacer nada, no eres ni la mitad de lo que era él, hagas lo que hagas serás siempre su sombra.
-Serás hija de puta... después de todo lo que hice por ti... deja ya de beber, te vas a meter en problemas, ¡Mirna!, deja eso, ¡ya!
-Ni en tus sueños, pedorro, eres un pedorro, un sin sal, no tienen pizca de nada, brillas menos que un reflejo mal iluminado, vete, anda, vete que la copa me sienta mal contigo mirándome.
-No te lo repito más.
-¿Me subes la voz?, ¿te sientes más hombre?, anda, dame un golpe, quiero sentir el poco daño que me vas a hacer.
-Estás loca, estás realmente pasada de rosca, fui un idiota, demasiado, me arrepiento de haberte llevado en mi coche aquella noche. Soy tan estúpido anormal que recuerdo la fecha y todo.
-El amor no se compra con golpes, ni con actos, el amor existe o no existe, no es consecuencia de nada, querido, eres para mi una planta mal germinada, un orgasmo fingido. Vete y déjame beber en paz, quizás así lo recuerde mejor, era tan guapo... 
-No puede ser, ¿me tomas el pelo?, me convenciste de que lo... lo engañaste para...
-El poco hombre fuiste tú, dejar sin vida a un ser humano sin dejarlo defenderse siquiera... eres escoria hasta para eso, ¿por qué no mueres en la carretera?, así dejas que llegue al mundo alguien más útil.
-Pienso ir ahora mismo a la policía, les diré todo, pero todo, por perra, por desagradecida, por... por... te daría una buena...
-Anda, suelta ese puño, no te animas, si te miro a los ojos te pierdes, ¿qué se siente?, ese amor es pintura seca para mi, no puedes hacer nada conmigo, por favor vete y limítate a viajar lejos, olvidar todo lo que hiciste y dejarme en paz.
-Mirna, no me conoces como crees.
-Eres un libro abierto, mal escrito y con dos páginas secas, el resto borradas por el agua.
-Puro veneno, ¿cómo mierda no lo vi antes?, ¡ahhhhhhhhh!, ¡voy a matarte!, ¡basta de toda esta mierda!, quítamelo de la mente.
-Te lo quitas tu mismo, vive con ello... tengo que irme guapo, que sea leve.
-Voy ahora mismo, tengo el teléfono de un teniente, me están pisando los talones... vas a caer.
-Nada de eso guapo, ve tranquilo, cuéntales todo, verás lo que sucede... me voy, tengo mucho trabajo, un cliente me debe mil y quiero cobrarlos rápido.
-Eres una harpía.
-Mariano, te recomiendo que viajes, el infierno puede ser aún peor.
-Tú eres mi infierno... estar enamorado de ti, me utilizaste, no te lo perdonaré jamás.
-Pide a Dios, a Buda, pide a Jesús o al ser eterno que quieras, pero vete, corre lejos.
-No te saldrás con la tuya, tengo pruebas.
-¿Sí?, ¿eso crees?... vamos, vete, tienes un bus en cinco minutos, ¿ves aquella parada?, allí tienes la salida, corre, sino tendré que enamorar a otro idiota, ¿quieres eso?, ahora mismo tengo un gorila de dos metros observando como quieres golpearme, hay tres cámaras y dos testigos, yo que tu marcho por donde vine... el autobús es un buen comienzo, luego escribe un cuento, o una novela y fórrate con tu historia, a modo de catarsis. Gracias por todo Mariano.



















Palabras por símbolos. 




Abrió el portátil, sonrió discretamente, había soñado con una alumna, ella lo había chupado entero, sonrió una vez más al ver el logo del sistema operativo más vulgar e utilizado del mundo. Algún despistado tosió, otros sonrieron igual de discretos, el silencio ansioso se olía, sus clases habían viajado mil veces alrededor del mundo, aún así, era el mismo triste e irónico ser humilde y de procedencia dudosa.-Tarda un poco, lo siento chicos, imagino que Linux Torbal no aguantó tanto como yo y creó su versión._las carcajadas se repitieron hasta expulsarse de todas las bocas presentes, los nervios flotaban por cada recoveco aislado pero atento. Vaciló un instante mientras cargaba la lista musical que daría hilo, vigor y ambiente a sus palabras, bostezó en una señal de evidente cansancio y tosió desde las profundidades de sus pulmones malheridos por los cambios extremos del clima. Alguien pensó en darle una pastilla de miel, otro se asustó, y otras pensaron lo que les faltaría con su muerte. Lo cierto es que la música comenzó a penetrar en cada uno de ellos evocando el historial de clases inolvidables.-Estoy bien, no tienen de qué preocuparse, peor está el doctor House, de momento solo soy adicto al tabaco pero desde que me prohibieron fumar aquí pienso en decantarme por la cocaína, ¿por qué no? Fuera de mi verborrea insuficiente y mal elaborada con antelación pido disculpas a los doctorados con línea de comandos inamovibles, los respeto tanto como a un hormiga perdida y sin hojas que llevar._un anciano se levantó de su pequeña silla y gritó con todas sus fuerzas hasta desgarrar su garganta con la primer vocal.¡Usted es un ingrato y un mentiroso!, no tiene derecho de creer en las barbaridades que predica, es un falso imitador y una mala persona, ¡deben despertar jóvenes, esta persona solo quiere enfermarlos!_chasqueó con su zapato derecho la punta metálica, sacudió sus dedos por dentro, apretó dos dedos de la mano izquierda y mordió sus labios por dentro, estaba aturdido por la energía de ese anciano premiado y distinguido.-¿Usted piensa corregir mis palabras?, ¿de verdad cree tener ese poder de acción y modificación?, las condecoraciones son palmaditas en su espalda para que se vaya a desaparecer en unos años sin sentir que su vida fue una pérdida de tiempo, ¡sus teorías han sido denostadas por las mías y murió hace ya mucho tiempo carcomido por la envidia!, alumnos, les presento al sucesor de Hilbert._nuevas carcajadas con algo de tristeza se anudaron en el aire enrarecido por la inesperada irrupción del señor Hilbert cuarto.-Mi antepasado presentó al mundo la verdad del mundo sumergido de las matemáticas, provocó un ola de nuevos pensadores, dio libertad a la búsqueda de la verdad, ¡veinticuatro procesos equívocos que encontraron en su mayoría respuestas que cambiaron el curso de la humanidad!_ un lápiz cayó rebotando nueve veces por sus puntas hasta que encontró gracias a la gravedad un sitio rígido donde reposar.-Le diré algo._la música se elevaba al son de sus palabras, conocía todas las notas que emergían, lo tenía perfectamente controlado, era su terreno desde hacía ya dos décadas.-Todo lo que acaba de decir es real, alumnos, es verdad, pero no olvidemos que este señor condecorado por la realeza capitalista vestida de Armani no resolvió nada, fueron esos genios de los que todos desconocemos sus nombres... debe marcharse por favor, señor Hilbert, marche en paz, aquí hablamos de eliminar todo, absolutamente todo._lo miró odiando su existencia, por dentro Hilbert guardaba una daga con nombre y apellido, silenciosamente y a su pesar se retiró sin oponer resistencia, su orgullo lo aplastaba contra los muros para obligarlo a luchar pero su voluntad pudo con él, su salud no era la misma, ser el detractor de siempre ya lo tenía acostumbrado a deshacerse ante la adversidad.-Esa es la lucha cansada de un hombre que no comprende su destino, ¡no hay cometidos que hagan fácil ningún punto existencial!_se cerró la puerta y la música comió la distracción para convertir al público en un ser cautivo del sonido.-¡Gauss, Perelman y su conjetura de Poincaré, Göttingen, incluso Hilbert, todos buscaron desmaterializar la vida para convertirla en un punto de fundamento, de comprensión, y lo lograron!, antes de que me interrumpiera nuestro sucesor fallido hablaba de Torbal y su falta de adaptabilidad a lo simple, de su impotencia ante lo injusto, eso sucedía en una mente genial que gobernaba claramente la naturaleza compleja de las matemáticas. Galois, Abel, mentes imborrables... ¡Alumnos la naturaleza de la vida está en sus números, en la interacción contradictoria, somos información que se desvanece para amarrarse a otro comunicador!... dejo las mates, dejo a los muertos donde deben estar, incluso dejo escupir sobre mi trabajo a los que me odian, dejo que cada uno de ustedes se rían conmigo de mi..._la música era parte de cada una de las tonalidades que elegía para orar con esa maestría que lo elevaba al nivel de los árboles más ancianos del mundo.-Hoy no tengo palabras que eliminen mis errores, ni expresiones que me alejen de mi condición fundamental como ser humano, me dirijo a cada uno de ustedes como una pieza que necesita ser utilizada para el futuro, ¿qué es realmente el futuro?, en sus mentes prematuras pero intencionadas, direccionadas por padres de muucho dinero y agilmente moldeables hay claves más que fundamentales para construir el nuevo milenio, la nueva revolución del pensamiento. ¿Imaginan a un aldeano del siglo tres?, ¿y un herrero del antiguo imperio Romano?, todos coincidirían en la queja popular, "esto va durar para siempre", niños, infantes geniales, herramientas del sexto poder, esto no va durar más que un suspiro de enfermo... levanten los brazos, ¡vamos!, quiero todas las manos en el aire, suelten todo el aire, ¡griten como lobos!, ¡Gauss eliminaba proposiciones como la cola del zorro borra las huellas en el bosque!, ¡eliminen sus huellas, sus procesos, han llegado hoy aquí por una sencilla razón y no es mi palabra la que los ubique en la nueva búsqueda intelectual!, ¡todos resolveremos la hipótesis de Riemann y las ecuaciones de Navier-Stokes, juntos borraremos del pasado infantil que aborrecemos la conjetura de Birch y Swinnerton-Dyer! ¡Lloren niños, lloren conmigo!, nunca dije que la vida fuese fácil, amo a Tom York, y la vida es una mierda compleja que nos lleva la vida descifrar... ¡esto es el principio y luego de lo bonito vienen las nuevas teorías que reemplazan eficazmente borrando con su cola de Gauss todos los logros!... Lloren antes de crear y serán seres completos, sean infinitos como los números primos de Mersenne, hagan cola para buscar impares en los números perfectos, pero deben apresurarse que Hales ya resolvió la conjetura de Kepler como Haken la de los cuatro colores... me aburro, ¡griten a la luz que les aporta velocidad, tiempo y comprensión a nuestros orígenes! ¿A dónde vamos enseñando matemáticas de hace cuatrocientos años a nuestros futuros engranajes?, callen, ¡silencio!, he visto un momento de mi existencia flotar entre todas sus mentes, era un paraíso mental que nos unía todo, lo he visto, ¡he visto la falsa numérica que nos hace infelices!_la música terminó al deshacerse la última nota del aire.-Tranquilos, es curioso, pero lo hacen siempre, ¿por qué me miran así?, es que no hay ninguno que no me quite la vista para evadirse un rato pensando en la paja que va disfrutar pensando en la profesora de literatura inglesa. Apaga esa cámara, André, ¡André, apaga ya esa máquina!, tienen algo con qué criticar, me cago en mi propia vida, ahora esos hijos de puta tienen algo más que decir._se sentó en su silla para apretar sus manos.-¡He terminado, mierda!, entiendo que quieran preguntar, esta es la fase que nadie quiere ver en Internet, dicho pero verificado, no sonrían, no soy cómplice, lo cierto es que por estadística oír a un iluminado es una cosa pero escuchar preguntas sin sentido es otra, la gente está cautiva mientras yo hablo, el resto es pura miga de pan queridos oyentes marionetas._una joven rubia y exuberante levantó su mano, él giró deliberadamente su bolígrafo formando círculos en el aire, repitiendo figuras que descomponían el universo mientras la imagina frotando sus genitales con sus bellos vaginales suaves e igual de rubios.-Dime, no, no me digas nada, ¡los quiero a todos fuera en dos minutos!, adiós, mañana, mañana será otro principio. Griten nuevamente, deshagan su humanidad y sean animales, sean, sean y sean.

























 Los ojos de Serrano. 






-Estoy extasiada, me vibran las manos, siento la sangre hervir por dentro... mi cuerpo me marca un pulso, ¡increíble!, ¿probamos de vuelta?, ¿podemos?_la sala estaba iluminada a medias, la pared del final enseñaba los restos de ropa sueltos y dispersos.
-Hurtado me lo decía todos los días, el mundo de las almas sueltas es un universo paralelo en donde se muere y se nace a cada momento. Hoy hemos logrado algo similar, una farsa anidada de amor y búsqueda, yo también estoy revolucionado, Mariana.
-Suena horrible mi nombre completo, llámame Marian.
-Quiero cerrar los ojos y ver lo que me va a preparar la vida, Mariam.
-Así me gusta más, ¿Hurtado quién fue?
-No lo sé, es muy personal para que lo identifique, ahora, después de un ensayo, sin razón alguna.
-No te lo tomes a mal Pepe, solo es una pregunta que podés obviar.
-Generalmente me joden las preguntas que hacen referencia a mis adentros.
-Perdoname, no quise.
-No, nada, tranquila, Marian, entiendo, para vos soy un director, alguien que conociste primero en las revistas, no puedo esperar más, tenés lo necesario para seguir sola, hasta hoy estuvo bien, no vuelvas por favor y que tengas mucha suerte.
-¿¡Qué!?, no, quiero seguir con vos, veníamos genial, perdoname, me equivoqué, de verdad, no quiero meterme en nada, tenés razón, te conocí así, pero eso cambió hace mucho.
-Estás actuando y se te nota mucho, Marian, andate antes de que me enoje de verdad.
-¡Dejame!, yo me quedo y punto, estoy harta de enfermos mentales como vos, primero lo dan todo, tiran esas miradas para enamorar, buscan la complicidad entre los ensayos y después de chupar toda la energía cambian de puta para volver a sentirse alguien en esta mierda de obra con la que despertamos todos los días.
-¡Bravo!, muy bien, estás lista, preparada para un estreno en la gran vía madrileña.
-¿¡Qué!?
-Andate de una vez, estoy podrido de gente hueca como vos, insuficientes, chupadores de talento sin motivación propia. 
-Me estás hiriendo Pepe, callate, ¡yo no soy así!
-No lo demostraste, menos lo vas a hacer ahora, abrí la puerta que el ensayo se acabó, por favor no me obligues a llamar a la policía para esto, no sería la primera vez.
-Me voy porque la que está asqueada de impresentables soy yo, ¡yo!, el hecho de que tengas esas obritas premiadas no te da el derecho de ser así, te ocultás bastante bien, viejo feo, tenés olor a huevos todo el día, me hacés un favor, yo voy a hacer historia, vos te vas a quedar bien abajo, pienso ir a la televisión a matarte en público.
-Dejame tranquilo Marian, hacelo, demostrate lo que aprendiste estos días.
-¡Hijo de puta!, me las vas a pagar, nadie me trata así, viejo de mierda.
-Uh, cuanto amor me tenías, cerrá bien cuando te vayas, no vaya a ser que me entre un chorro a robarme lo último que me queda.
-¡Si no tenés ni dignidad!, enfermo... lo que me faltaba.
-Chau Marian, suerte.
-¡Hijo de puta!_ el portazo llegó con onda expansiva hasta Pepe, él, inmóvil, imaginaba rápidamente su incursión en la televisión, por un momento vio su carrera desvanecerse y al momento volvió a su realidad, el mundo le conocía a la perfección y no tenía mentiras, salvo su olor a huevos. La puerta, tras unos minutos volvió a sonar, esta vez algo más tenue, supuso que la levedad y suavidad remitía a una nueva identidad.
-¿Sí?
-Soy Dolores, busco al señor Pepe Serrano.
-Pasá linda.
-Señor... es usted... hola, perdone que toque así la puerta pero no pude evitarlo, soy actriz desde muy chiquitita y vi el cartel de la escuela y me dije si me animaba de una vez a probarme, sé que es una excusa un poco estúpida, lo que pasa es que no pasa un día en que no me pregunte porqué no soy actriz. Soy fanática de todas sus obras, lo sigo por el canal de teatro...
-Relajate, Dolo, ¿te llamo, Dolo?
-Llameme como quiera señor Serrano.
-Llamame Pepe, vení, pasá, es tu día de suerte, me inspirás algo nuevo.
-No me lo puedo creer, si se lo cuento a mis amigos no me van a creer.
-Olvidate de tus amigos, ahora vamos a entrar a un universo paralelo, en donde vas a encontrarte con vos misma, desnuda, amada y retada por tus miedos, bienvenida al mundo de la pérdida y la ganancia, del engaño y la caricia, en donde las lágrimas se convierten en agua para los Dioses.
-Gracias señor Serrano, muchas gracias, pero tengo que decirle algo, no tengo plata para pagarle nada, mi familia no tiene mucho y yo la verdad es que gano muy poco de telemarketer.
-No pienses, Dolores, mañana tu vida va a desaparecer y la plata no va a ser tu primer problema, pasá, no tengas miedo linda, vení, dame la mano, no tiembles, soy la primer persona que vas a conocer al pasar a lo desconocido, viniste sola, llamada por las energías, relajate, dame un beso, así, otro, acercate, no pienses, muy bien, el silencio es tu sombra, el tiempo desaparece y comienza la farsa.































 El virtuoso Tim Farmer. 




"Las virtudes" es un buen motivo para comenzar una novela, podría llamarse "Las siete virtudes" y plantear una a una cada virtud utilizándola como trampolín al sentido opuesto, representar así todas las situaciones posibles sobre esa falsa virtud y llevarla al extremo absurdo para criticarla. ¿Cuál sería la primera?, ¿qué virtudes tiene el hombre?, puede ser... "El amor", ¡qué asco!, si soy un idiota cada vez que me planteo una idea, buscar en Google es mejor alternativa que naufragar en mi limitada red neuronal.¿Qué virtudes pueden ser utilizables?, ser hombre, vivimos con gérmenes por dentro pero nos limpiamos hasta la saciedad para sentirnos vitales, nobles, idiotas, puros idiotas sin etiquetas. ¿Qué virtudes puedo encontrar en gente que come cerdo, pollo y vaca?

-¿Tim?, ¡Tim Farmer!, ¡aquí estoy!, ¿me has extrañado compañero?
-¡Déjame en paz Louis Penrose!, ¿no ves que estoy pensando?, ¡siéntate allí a dormir hasta que termine, es muy importante Louis!
-¿Qué ha pasado Tim?, tienes mala cara, ¿¡traigo cereales!?
-¡No!, haz lo que te digo Louis, estoy en un momento muy...
-Pero si no estás tocando el piano, ¡estás sentado sobre el gato escribiendo en el suelo garabatos!
-¡Eso no es verdad!, he dicho que te sientes.

Primera virtud del hombre, molestar, crecer en un mundo muy bonito y molestar, eso es una virtud, ¿cómo mostraría algo tan caro para la gran pantalla?, es un pesado, llega siempre cuando estoy en el mejor momento, es pura envidia, sabe que estoy creando y llega como un trueno en medio de la comida, con la cuchara llena de sopa y a medio camino, lista para mancharlo todo. Desde que conocí a Louis Penrose mi vida es un disparate, hablo solo, camino por los tejados desnudo y si me da un aire me quedo en blanco en medio de una discusión fuerte en la universidad o en el Starkbucks. A el le importa todo un rábano, no hace nada, no piensa, come poco para cagar menos y tiene muy poco pelo que peinar, huele a cien cerdos ahumados con estiercol a media tarde. Aún así, a pesar de tener que aguantarlo hasta en el baño mientras me quito los pelos de la nariz, aún así, lo quiero, es tierno, obediente, la pareja ideal, el par literario por excelencia, aunque demasiado torpe como para ser verdaderamente real. 

-¿Qué miras Louis?, ¡deja ya esa nariz, que no tienes mocos!, un día vas a dañar la última neurona que te queda con tanto movimiento percutor.

A veces se olvida de como hablar, dicen que le falta un hervor, un pizca de vida a su interior, ¿cómo decirlo?, no hay que definir nada, hablo de Louis mientras me estoy olvidando de las virtudes. Es que hasta parece que sabe todo lo que digo, debo decirlo, bueno, debo pensarlo, ¿qué expresión es esta?, me da igual, lo cierto es que Louis a veces parece un genio momentáneo, oasis entre la arena ardiente de la falta de pensamientos racionales. Hay respuestas, miradas y gestos que destellan por sí solos. Es mi amigo, Louis Penrose es mi maldición pero también mi aliento en noches de piano insólitas.

-Me he cansado Tim farmer, voy a buscar los cereales, ¿¡quieres!?
-¡He dicho que no!, ¿¡y por qué gritas tanto!?

Siete virtudes del hombre, ¿si tomo como ejemplo a Louis?, un idiota del presente, enfermo de los video juegos de guerra, aficionado a la comida chatarra, enamorado de los personajes de la farándula y fiel seguidor de Gran hermano en cualquiera de sus versiones internacionales. No, si hago eso me condeno a un fracaso aún mayor que el de mi niñez, el piano fue mucho piano para mi, tengo sinónimos para elegir, el libro del best seller y las fórmulas para atraer al mercado idiota. Me estoy pasando, uno de mis profesores de lógica estaría riéndose de mi ignorancia aunque yo de él ahora mismo por imaginarlo sin el tupé marrón claro que lleva mal puesto desde hace dos años.

-¡Está muy rico!, ¿¡quieres Tim!?
-No Louis, no, no quiero, al final logras siempre el mismo efecto, me canso de pensar y no hago nada, solo garabatos en el suelo.
-Creo que el gato no respira.
-¡Qué sí!, ¿¡no ves como mueve el estómago!?
-¿Respiran por ahí?
-¡Yo que se, Louis!, a veces piensas que soy Dios para contestarlo todo.
-Dios no existe tal y como lo busca el hombre, Tim Farmer, Dios es un misterio que no se resuelve con las respuestas estelares, Dios es la maldición que llevamos, es la respuesta que no queremos entender, eso es Dios, la verdad de nuestra insignificancia ante los hechos lamentables que nos rodean como seres banales, de tierra y aire y sin aspiraciones temporales que las conocidas.
-¿Louis?
-¿Qué, Tim?
-¿De dónde has sacado eso?
-Del paquete de cereales.



























 Efecto Faraday. 




Estoy sentado en la cama, acabo de tomarme una infusión, mis ojos están congestionados al igual que mis pulmones, toso revolviendo la mucosidad, la luz recorta los objetos para hacerlos existir. Creía, antes de abrir la persiana, que estaba lloviendo y por el contrario el sol medio tapado por las nubes me ha dado un leve respiro. Aún así me siento mal, el oído me tiene atacado de los nervios y esa ropa acumulada en la silla parece respirar, me aguanto, no quiero ir al baño. Escribiría una novela sobre el amor, recorrer el mundo tras la pista de los síntomas y el sistema, cotejaría todos los datos con la ciencia... cierto, Jon me dijo ayer que no "destripe" al amor, que mejor no saber nada, el misterio de los incomprensible y... Jon es pequeño, distraído, con un libro en la mano siempre, trabaja en el cine de un centro comercial y es cuasi periodista, solo le deben el título. Esa bola de ropa acumulada parece respirar de verdad, mis ojos están palpitando. La soledad, no hay títulos sobre la soledad que me inspiren, los haces de luz me cierran la posibilidad de ver, me obligan a bostezar. Dos docenas y poco más de años, experimentando, ¿a dónde me llevan los tigres flotantes que me inspiran cuando viajan por el universo?, ellos están en este mismo instante discutiendo sobre la variable de uno de los fondos de inversión, los otros en la presentación de un disco manufacturado en Haití. ¿Qué hago hoy?, no llueve, no es un día soleado, no soy yo mismo para disfrutar de insignificancias, quiero una llave a mi dormitorio interior, quizás durmiendo dentro de mi otras doce horas pueda descontracturarme de una vez. Esa ropa respira, que no me cuenten otra cosa, ¡lo estoy viendo!, ¿el espejo se tuerce?, es imposible. El espectro electromagnético degenera el escenario para engañarme, me voy a la cocina, no, mejor me quedo quieto, esa ropa se hincha y deshincha como un muerto con respirador artificial. Cierro los ojos, no es constante pero veo unas alas rodeándome que nacen de mi espalda, siento romperse mi cuerpo en dos para permitirlas desplegarse, ¿soy un ángel de ese libro repleto de realidades mágicas?, por momentos me lo creo. ¿El teléfono a esta hora?

-¿Sí?_se me cierran los ojos mientras bostezo.
-Estoy detrás tuyo.
-¿Eh?
-Estoy detrás tuyo.
-¿Eh?
-¡Estoy detrás tuyo!
-No te veo, y tu voz no es de nadie. Detrás tengo a la pared que me sostiene.
-Soy yo y te quiero decir algo importante.
-¿Es que no voy a descansar tranquilo un día entero?
-No soy quien crees.
-Imposible, tengo una agenda con todos sus nombres, quienes conozco están allí.
-Me conoces pero no lo sabes en realidad.
-Tanto misterio, no es un buen día para mantener el silencio tenso de querer asombrar. Estoy bastante molesto y por lo que parece va a ser un día muy largo, vamos suelta lo que tengas que soltar y calla de una vez.
-Él sabe quien eres, yo soy su comunicador.
-¿Quién?
-Él.
-¡Vete a la mierda!, lo que me faltaba, delirios celestiales._me hierve la sangre, esa ropa respira y no estoy loco, el espejo se retuerce, algo no va bien.
-¿Está sucediendo, verdad?
-¡Cállate!
-El silencio es tu mejor aliado, dile a Jon que no se comunique más contigo, Él sabe de ti, no cometas el error de Jon, tú vas a nacer pronto, ya lo verás.
-¿De qué hablas?
-Jon nos engañó, y quiere que tú ocupes su lugar en el mundo.
-¿Y qué lugar es ese?
-Ya lo sabes... cierra los ojos y verás como se repite, duerme, duerme todo lo que puedas, limpia tus ojos, destroza la realidad, la luz te modificará para volverte único, adiós.




























 Bilbao-Bilbao. 




Y ahí voy, regado de sentimientos, preguntándome cómo era el día anterior. Zapatillas Nike con camiseta Lacoste, mezclas, Gran vía y Areilza, gafas de pasta y una petaca oculta repleta de Ron cubano. Me miro y no me lo creo, ¿qué ha sido de aquél instrumento de guerra hipócrita de hace años?, quedamos en el Arizona por motivos desconocidos, prefería el Churchill, a decir verdad su voz cambió. ¿Es ella? 

-Ha llovido mucho Augusto.
-Aquí, a cada minuto, imagina multiplicando los días, llenaríamos otro planeta.
-¿Qué pido?
-Para mi una lata de algo, lo que quieras.
-Es raro verte.
-Más raro se me hace a mi._le digo con algo de desprendimiento, anhelo encontrado, en fin, prefiero omitir, de ser posible, omitirme.
-Toma, sin hielos, ya sabes Augus...
-Sí, lo sé muy bien. 
-Te noto algo....
-¿Cambiado?
-Puede ser.
-¿Viejo?
-No creo que sea la palabra, aunque lo disimulas muy bien.
-Eres dura Amaia.
-¿Yo?
-Eres la misma.
-Sí, también un poco más anciana.
-Basta, yo también estoy igual de idiota por toda esta situación, me estoy deshaciendo por dentro, mis nervios me van a causar algo... 
-No hables así, tranquilo, me siento mejor...
-Está bien, sin hielos, un poco de azúcar me viene bien. Te has hecho algo, en lo ojos, no sé, estás tan parecida a mis recuerdos, es curioso. 
-Seguí todos tus pasos Augus, de lejos pero estuve.
-Eso es mentira, no hay nada más asqueroso que la mentira, ¿me dices que estabas cuando me operaron?, déjalo, cambiemos de tema, si accedí a verte es por todo lo que recuerdo de ti. 
-Eres igual, no cambiaste nada, por dentro hierves como el Sol.
-Hay otras miles de estrellas oscilantes para compararme.
-No las conozco Augusto.
-Ni yo.

Ahí estoy, sentado, cruzado de brazos, esperando el beso de la peor mujer posible, en un escenario del todo extraño y con una ropa disfraz que me pica por dentro. Siento la gota de sudor que me recorre la axila, no me quito la chaqueta por nada, sabría todo lo que siento de solo ver tremenda mancha.

-¿Quieres hablar de algo en especial?, imagino que tienes mil preguntas.
-No, Amaia, tranquila, no tengo ninguna pregunta que hacerte, mira mis películas si quieres, lo digo por si quieres dialogar sobre algo que me interese, tu vida es un film que no pienso volver a ver._ miento, me muerdo la lengua, sé que se me cierra un ojo a veces, otra mala señal que puede descubrir, mano sobre la frente y solucionado, evado su control ocular.
-Las vi todas, estuve a Venecia, San Sebastián, Boston, Berlín y Madrid, tengo algunas críticas apuntadas.
-No me lo creo, ¿ese cuaderno es el que creo?
-Sí, el mismo, ¿por?
-Es que... ¿apuntaste tus críticas en él?
-Sí, ¿por?
-Es que... nada, continúa.
-En la segunda secuencia de "El magnífico Sir Yerson" hubo dos escenas robadas.
-Imposible Amaia, ¿haces esto por desamor?
-No es eso, Augusto, es la verdad, le robaste a un director Sueco la misma escena, esa de la cachetada contra las flores y el estallido rojo. La segunda fue a un director joven Boliviano, una teta desnuda contra un cristal y en niño mirándola con la baba colgando. 
-Eres una... crítica, ¿eso es apuntar una crítica?
-¿Hablas del cine como una revolución psicológica y lo aplicas así?, Augusto, tengo en este cuaderno todos tus secretos.
-No me importa.
-Te pones como un niño, pon las manos sobre la mesa.
-No quiero.
-Hazlo, es una orden.
-¿Quién eres tú?
-Tu hija, ¿hace falta algo más?
-No, creo que me has dado.
-Lo mereces, vi cada una de tus películas al menos tres veces, escribí sobre ti desde que nos dejaste, te seguí por toda Europa y aún así no me puedes mirar a los ojos. ¿Qué te hice?
-¿Eres tú?... no es posible... Tu madre era como tú a la enésima potencia, no creía en mi talento, vivía comparándolo, ¿sabes lo que se siente cuando tu mujer hace de tu obra una mala publicidad?, estás idéntica a ella.
-Es una excusa sin sentido, los límites los pone uno mismo, no hay nada ni nadie que destruya ese límite virtual.
-Pues tu madre lo lograba día a día. Es increíble el parecido.
-Augusto.
-¿Qué, Amaia?
-Soy directora.
-¿¡Qué!?
-Lo que oyes.
-¿¡Qué!?
-Soy directora.
-Imposible, eres doctora.
-No, ya no lo soy, murieron varios pacientes por mi falta de concentración.
-Lo siento.
-No sabes lo que es, no sientas algo que eres incapaz de vivir. Sabes de imagen, no de sentimientos.
-No pienso llorar, mira, lo siento, pero voy a marchar, tengo una locación que mirar y algunas cláusulas que estudiar para el seguro de las dos semanas de rodaje que me esperan aquí.
-No es casualidad que filmes en Bilbao.
-¿Cómo?
-Leí en la prensa especializada que lo elegiste, tenías dos capitales de provincia y elegiste esta.
-Los medios mienten mucho Amaia, créeme, si vine fue para conciliar el sueño de una vez, pero por lo que veo será todo lo contrario.
-No te vayas.
-¿Por qué?
-Tengo un guión que darte, ¿puedes leerlo?
-No puede ser cierto.
-Es un guión muy interesante.
-Ya lo creo Amaia.
-Toma.
-No pienso leerlo, no soy productor.
-Lo eras.
-Ya no.
-Soy tu hija, sin apellidos pero tu sangre, ¿lo recuerdas?
-A veces pequeña, pero las lágrimas ya se secaron para mí, tengo que dejarte, esta vez puedo mirarte a los ojos. 

Ahí voy, caminando medio borracho, soñando con su madre, por un instante estuve a punto de enamorarme de mi propia hija, tiene sus ojos, su mirada, sus colores, su aroma, por Dios que mujer es mi hija.


























 La probabilidad de un suspiro. 





-¿¡Y por qué gritas tanto, eh!?, no hay forma gestual que me haga cambiar de opinión, eres escoria, nos dejaste solos sin decirnos nada, ¿cómo quieres que te llame?, el castellano es un idioma bien rico en palabras..._su ira hinchaba su cuello, posición de ataque por medio pensaba en arrancarle el corazón con su corta uñas.
-Amor, grito por amor._él, sin embargo, respiraba como disfrutando del aire en un puente justo antes de la lluvia.
-Te amas a ti mismo, premios y más premios, tu universidad es lo único que vale en este mundo enfermo, no eras así, no te llegas ni a los tobillos, a más conocimiento menor humanidad.
-Amor, siento amor, mi humanidad existe contigo.
-¡Calla un poco!, ¿conmigo?, con tu madre antes de conocerme, ves a tu madre cuando me miras.
-¡Es amor!, te empeñas en llamarlo de otra manera.
-Mírate, no eres consciente de tu estado.
-¿Mis arapos son dañinos, Anne?
-Recuerdas mi nombre.
-Lo tengo tatuado en mi sangre.
-Vete, Ander, vete de una vez.
- Tú también tienes buena memoria, Anne pienso quedarme sentado aquí.
-Pues la policía tendrá que intervenir.
-No llegues a eso.
-Vienes después de dos días sin saber de ti, toda la ciudad habla de tus locuras, y encima recurres al amor cuando llevas una vida criticándolo fervientemente entre tus colegas.
-Es que lo he conocido mi amor, he visto la verdadera condición que nos direcciona en este abismo mundano, enfermo y clasista.
-Ahora eres rojo, ¿qué ha pasado, Ander?
-Le he visto el rostro, es hermoso, no puedo definirlo Anne.
-Vístete.
-¿Quieres volverme loca?, estás desorientado, mírate al espejo un poco, ¿quieres?
-El reflejo es un engaño, no hay ente físico que logre encapsular nada parecido a mi experiencia.
-Eres un hombre de ciencias Ander, ha llamado Igor, quiere que te presentes, en dos días, tienes el billete a Ginebra.
-Ha dejado de ser mi viaje, no me comprendes, lo entiendo, eres Anne, no soy yo, no al menos como me conociste.
-Estás peor de lo que creía.
-¡Estoy bien!, deja ya de intentar modificarme.
-Ander, vete al baño, te duchas y sales a tomar algo caliente, ya hablaremos de tu paseo, nada bueno te traes entre manos.
-No existe eso que tu dices, aléjate de ti misma y tus experiencias adquiridas hasta hoy, cuenta de cero, desde el instante en que abriste la puerta para recibirme. La ciencia no explica nada de lo que intento transmitirte, no hay gestos, ven conmigo al baño.
-No quiero.
-Anne, pides a gritos una explicación, creo tener la manera de trasladar un porción de aquello.
-Tienes la barba muy tupida para tan poco tiempo...
-Comienzas a ver lo evidente, pero no te detengas a estudiar estados que se condicionan al tiempo. Acompáñame al baño.
-¿Qué pretendes hacerme?
-Te amo Anne.
-¡Déjame!, ¿sabes lo que he sufrido estos días?, Mikel pregunta por ti a cada segundo, eres su ídolo, te adora como a un Dios, las llamadas no nos dejaron tranquilos, la televisión transmite imágenes de la luz en el bosque, ¡estoy harta de todos esos reporteros escondidos!, llevo sin dormir un día y medio, me desborda toda esta locura, quieren descifrar el misterio, malditos sensacionalistas. Ahora esto, déjame sentarme a digerir, debo leer, sí, leer, o mejor, no, ¡no me mires así!, no se soluciona el mundo con tu mirada. Ve a ducharte y reflexiona sobre lo que vas a contar, no olvides a nuestras familias, sienten vergüenza, no sigas con todo esto.
-Te amo Anne, no tengo miedo, ya no. Creía que Euclides, Mileto, Fibonacci, Euler, Pascal, Ruffini, Gauss y Newton estaban en lo cierto, pero retiro la verdad de cada uno de mis estudios, no la poseo, es un algoritmo sin letras, no es una ecuación de parábola ni una distribución discreta, es una aproximación natural a la divinidad estelar que gobierna allí fuera en el jardín cósmico que nos mantiene con vida, unidos desde nuestra proporción nuclear.
-¿¡Qué!?, entra ya al mundo verdadero, ¿de qué hablas?, no lo soporto más.
-Te amo Anne.
-¡Hay miles de personas mirándonos, estudiando la luz!, ¿no oyes nada de lo que te digo?, investigan, pronto sabremos la farsa que montaste tú y ese grupo de ineptos repletos de dinero, tu familia somos nosotros, tanto que contar en la universidad, tantas historias sobre la posibilidad de una nueva colonización... se te ha ido de las manos, aquella luz parece ser obra de tu mano, del invento de Nikola Tesla y esos poderosos inversores.
-Anne, ellos quieren conocer mis respuestas, creen que las tengo ¡pero no las hay!, buscan anormalidad donde solo hay belleza, perfección desde el punto de la no perfección, en un enclave único donde todo participa y se orquesta. Anne, puedo sentir ahora mismo como respira el mar y se agitan las alas de una paloma a treinta mil kilómetros de distancia, Anne, el mundo es tan pequeño, sí pudieras hacer con la energía lo que yo... Somos seres increíblemente pequeños, ésta tierra fue de gigantes y ahora nos gobiernan desde una estrella no muy lejos de aquí, somos ciegos por elección Anne._ Los gritos se multiplicaban y el gentío se volvía una bola sin dirección frente al portal de la casa, el sol dejaba sus últimos lazos lumínicos estirarse a lo largo del asfalto brillante, los flashes de las cámaras evidenciaban la falta de luz dentro. Inmóviles, no podían más que mirarse en silencio entres sombras estiradas y en movimiento constante, la oscuridad tras unos minutos era evadida con la carga de aquellas cámaras buscadoras de dinero fácil. 
-¿Es esa la luz?_preguntó Anne emanando lágrimas sin contenerlas.
-Hay más, no puedes imaginarlo Anne._dijo Ander creyendo emanar la energía del mensaje cifrado solo para ella con la intención de que su increíble historia fuese parte de su cosmos interior.
-Puedo... es... fantástico... ¿qué ha pasado Ander?
-¡Lloras mi amor!, no dejas de ser parte del mar generando el agua que alimentaría a otros animales hambrientos, llora que así ingresas a las profundidades de mis buceos atemporales._ el silencio los engañó nuevamente, sus miradas congeladas en el vacío de un horizonte inexistente los envolvió para unirlos en un intento de diálogo frustrado. Los Flashes no se detenían y los golpes incansables contra la puerta advertían de un posible futuro descontrol urbano con un final concreto por parte de aquellas mentes poderosas.
-Es... tan... ¿veo lo que me enseñas?, ¿qué está sucediendo Ander?, tengo miedo.
-Silencio, deja que ellos exploten sus frustraciones en violencia, no nos tocamos pero nos sentimos, déjame enseñarte el resto, ven conmigo al baño.
-No... ¡Mikel!, mi hijo, no debo...
-Respira sin respirar.
-Mikel, no, ¡no!, Mikel, ¡tu hijo!, ¿¡no lo recuerdas!?
-Anne, ven conmigo._ enfureció al recobrar en una grieta de lógica que había algo muy extraño en Ander.
-¡Suéltame!
-¡No estoy tocándote!, no sufras.
-¿¡Y mi hijo!?, ¡Mikel es tu sangre!, has olvidado a tu hijo... no eres Ander.
-Soy yo, Anne, te amo, ven conmigo.
-Intentas engañarme, no eres mi marido, él, él no tenía tus ojos, ¡no te atrevas a ponerme un dedo encima!, amaba a su hijo, ¿¡qué eres!?, ¿¡¡qué eres!!?, Ander no dejaría a su hijo solo jamás.
-Te amo Anne, ¿vienes?_ ella retrocedió sin mirar hasta que dio con la silla recostada sobre la puerta, se aferró como si de la mano de Mikel se tratase y con su dedo anular apuntó al extraño que no dejaba de invitarla a morir.
-Eres el mal.
-No existe tal apreciación, la violencia es un eslabón, ven conmigo, sabes de lo que hablo Anne.
-¡Deja de actuar como él que no te pareces en nada a mi marido!
-Soy quien puede devolverte a tu estado anterior, a la síntesis real de la vida, no hagas de esta tortura otra vida. Por favor Anne, la luz te busca, esperamos que me sigas.
-¿Quienes?, ¿de quienes hablas?
-No hay palabras Anne, siente o muere lentamente en la vida que tanto defiendes.
-¡Mi hijo!, OH por Dios, mi hijo... déjame marchar, tengo miedo, no me hagas daño... por favor...
-Te amo Anne._la puerta del baño se cerró con la fuerza de un huracán enfurecido con la tierra tras robarle parte de su tesoro marino. El portal se abrió con la presión de la muchedumbre y la silla estalló en miles de astillas buscando ser flotantes. Anne cayó contra la pared inmovilizada por el temor, suplicando por la vida de su hijo y la suya. Tras el golpe los periodistas revisaron toda la casa en busca del matemático desaparecido, Anne invalidada por el estruendo interno solo tenía ojos para buscar a su pequeño.
-Señora Zulueta, ¿Qué ha sucedido con su marido?, ¿dónde podemos encontrarlo?, el país entero lo busca, ¿tiene algo que decir señora Zulueta?
-Esa luz... Mikel, mi hijo, ¿Ander?, ¿qué?, la luz no emite... no hay... ¡déjame sola!... Mikel.... mi... Yo también te amo Ander...
-¿Qué señora Zulueta?
-Te amo Ander.




























 El encargo de Matt y Couchy. 







-Ha sido el discurso más largo de mi vida, les he visto las caras Peter, estaban soñando con peces masa, una anciana dormía con la boca abierta._ su asesor le oía atento a cada expresión, pensaba en la tarta de moka que había terminado de saborear justo antes de ver cómo su cliente dejaba el escenario en un arrebato de miedo, decepción o paranoia.
-No es así, no dramatice señor Fourier, es brillante, su autocrítica puede confundirle, el evidente fallo de marchar sin avisos del acto es seguramente un toque de genialidad que solo usted puede ver, la gente hablará de usted todo el mes, si aprovechamos la difusión con un mes de vacaciones podremos ganar las elecciones.
-No dejas de asombrarme Peter, voy a seguir tus instrucciones.
-Desde ya, acabo de informarle a More, reunirá un equipo especial para que desaparezca de la orbe pública, es el mejor.
-Lo que digas, me gusta tu estilo.
-Señor Fourier, no podrá comunicarse, tendrá prohibido cualquier tipo de contacto, la información que acabamos de compartir no existe y solo tenemos conocimiento de la futura acción nosotros dos.
-¿Le he dicho que merece un aumento?
-No, es un tema pendiente señor Fourier.
-Desde ahora no Peter, lo tienes, por la mañana informo a mi asesor.
-Le he dicho que no existirá el contacto hasta cumplir con los objetivos primarios.
-Está bien, lo veo comprometido, voy a reservarle un puesto en mi directorio si todo sale según lo planeado.
-No piense en el futuro, disfrute la estancia, es un privilegio que muy pocas personas pueden tener.
-Hoy en día ser un personaje de la política es más bien una lucha perdida, aunque enseñe mis cuentas a todo el país seguirán pensando que soy un ladrón, Matt y Cauchy controlan a los medios.
-La fe es lo último que se pierde, señor.
-No te sales de la línea, dime lo que piensas desde la humilde verdad que contienes, supongo que hay una idea clara de lo que significo para esa gente... o para ti.
-Es mi único cliente A, es la calificación más alta, el resto son solo estrellas de circo con algo de luz sin brillo real. Mis opiniones no son necesarias para mi trabajo, la estadística, el control de la información y la manipulación sí lo son.
-Su habilidad es sorprendente, no modifica el gesto, pienso en su familia, en usted al despertar con su esposa, ¿qué sueña Peter?
-Tiene que marchar señor Fourier, ya comienzan a publicar artículos en diversos blogs... me informa un infiltrado que en la Web las visitan se multiplican por millares, el vídeo recorre los idiomas, comienza el efecto ciclónico.
-Era de esperar, lo astuto ha sido lo tuyo, aprovechar la oportunidad, como aquél día en que me conociste, recuerdo por la noche, en la cena, comentarle a mi mujer lo tuyo, tu empeño, tu ceguera por lograr tu objetivo.
-Sobran los agradecimientos señor Fourier.
-Te equivocas Peter, el que te debe gratitud soy yo, los hombres manifestamos las creencias ante las deidades que nos rodean desde la infinidad de los cielos o las profundidades de los mares, tu creías solamente en tu ceguera con timón.
-Sobrepasan los dos millones de visualizaciones, señor, las cadenas de televisión están desplegando todos sus artilugios para encontrarlo.
-¿Quieres saber qué es lo que pienso de todo esto?
-Si no se extiende demasiado, sí.
-Uh, ha sido... no, no lo haré... Ellos buscan el timón que tú tenías aquella tarde, necesitan que los guíe por el sendero que sueñan recorrer... sé quienes me esperan para destriparme ante la opinión pública, no es novedad... ahora las bestias babean por ver mi rostro enfurecido, anhelan que escupa en contra del sistema que ellos mismo irrigan diariamente sin decir nada.
-Es usted la imagen del cambio, el principio del fin de un sistema primitivo, basado en la evolución de la esclavitud. El feudo sigue siendo el mismo pero disfrazado de ocio e intereses, usted es la voz portadora de un traspaso ordenado hacia la nueva concepción de humanidad.
-Es idealista, su seriedad y disciplina no corresponde con lo que pretende venderme, Peter, sea real, sea Peter, no me mienta, los planes se trazan con un tiempo prudencial, ¿verdad, Peter?
-Es correcto señor Fourier, pero yo...
-¿¡Tú!?... la premeditación es un gesto de genialidad enmascarado, cobarde... pero algo más inteligente es utilizar el terreno físico para alterar las emociones y cercarlas por un fin, un motivo.
-Las tres principales cadenas de televisión acaban de anunciar su búsqueda, el ejército me ha llamado, los responsables de las tres empresas...
-¡Lo sé!, mueren por que aparezca, sin mi carrera el agua pierde la espuma, ¿sabes qué, Peter?, reconozco que eres un genio de la probabilidad, me encuentro reconociendo otros dos intentos fallidos imperceptibles hasta este mismo instante. ¿Cuánto dinero es?
-No le entiendo señor...
-¿¡Cuánto dinero es!?
-Sobrepasa los seis millones de visualizaciones...
-¡Dímelo si tienes el coraje de asumir una derrota anunciada!, estás rojo, sudas poco pero sudas, tu labio inferior se cae con la falsa gravedad que genera la culpa, oscilas entre millones de procesamientos sobre las respuestas que pretendes soltar con la frialdad de un águila en pleno vuelo.
-Le ha sobrepasado la situación señor Fourier, está muy tenso, mi respeto lo tiene y no lo perderá por un pensamiento desafortunado, fruto de la tensión anterior, debe marchar, el equipo de More está en posición, le espera el blindado en cinco minutos.
-Es un tiempo extremadamente corto o extremadamente largo, depende de la posición en que se encuentre el individuo víctima o el agresor.
-¿Se encuentra bien señor?
-¡Silencio!, sabes muy bien que puedo con toda la presión del mar sobre mi cuerpo, no se trata de atmósferas oprimiendo mi pecho al hablar, ni de lluvias torrenciales en mi rostro para silenciarme, sabes muy bien a lo que me refiero, estos cinco minutos son fracciones de la eternidad para ti.
-¿De qué me acusa exactamente, señor Fourier?
-No contestaré a tus preguntas, son algoritmos refractarios que devuelven confusión. Me quedan dos minutos, atiende muy bien... pienso beberme dos martinis en la terraza de un bar en Roma y visitar a su santidad para imaginarme en esa realidad aumentada que estoy escupiendo su rostro con veneno de contacto. Un minuto, bueno este minuto es ya el final, Peter, lo sé todo, absolutamente todo, quienes dominan el juego que has preparado con la maestría de una vejez bienaventurada por el conocimiento, digo por lo tanto que mereces todos mis respetos... pero no moveré un centímetro mi pie, no hasta que vea cómo..._ las puertas estallan como espuma al romper contra las piedras, nueve policías armados hasta los cascos blindados lo rodean al candidato sin permitirle siquiera emitir palabra alguna.-Peter, ¿contabas con esta posibilidad?, arréstenlo por favor, eso sí, que no le falte de nada en aquél pozo ciego en el que vivirá el resto de sus días.

































 La superposición lineal, una armonía horrenda. 




-Le dije, ¡qué sí!, fui clara al hablar, mi euskera es básico pero efectivo. Déjalo así, es igual, todo lo que pueda decirte vas a entenderlo como quieras, es un momento perfecto para relajarme y olvidarme de tu cara por unos días. Cuando se te pase el viaje inspirador me llamas, y no me molestes más con esto, se lo dije y punto. Agur._un minuto más y escupo sangre por el tubo, alguna infección le vendría bien a ese lunático.

La copa, mis fotografías, esos relieves que buscaba en las texturas naturales, años, el tiempo me rasgó la piel víctima del lobo hambriento de mi bosque interior, amándome pero odiándome, vida, más vida, menos vida al dormir, ¿qué decirme cuando el dolor es el mejor efecto somnífero? La copa contiene las ondas, van y vuelven mientras yo juego con ellas golpeando la mesa, la madera muerta me enseña sus vetas de vida, sus grietas temporales. Tiene fuerza, resiste ante todo, ese ojo no quiere dormir, ya no me tiembla el pulso, ¿por qué librarme de las pesadillas cuando no sé qué es lo que contengo en esta mente?

-¿Sí?_simulo un piano sobre la madera y las ondas del vino se vuelven más densas, ¿soy yo?, del otro lado del teléfono se oye el bendito ruido de línea.
-¿Mariana?_ ¿él?, ¿él?, ¿¡él!?... se me ha secado la boca y encogido el estómago instantáneamente. 
-Si te he dicho que te calles, que no me hables, que te fueras, que me dejes, que te ahogues en cualquier mar menos en nuestra ducha, no es posible que tengas el valor de llamarme después de todo lo que ha pasado.
-Mariana, el amor es un misterio aberrante, una insignia de las nuevas ciencias y las antiguas brujerías, Mariana, sigo aquí y no pienso dejarte.
-¡Cállate hijo de puta!, ¿cómo puedes llamarme después de todo?, ¡cállate!, no estoy loca... no...
-Contigo me olvido de las manifestaciones del planeta, de las muertes inminentes, del Apocalipsis bíblico y de las profecías Mayas, contigo me uno en un universo alterno en el que no hay dolor ni olvido, y allí estoy Mariana, esperándote. Mi amor no reconoce el límite físico que intenta arropar el cuerpo para que no flotemos felices, lo mío es particular, nada se le parece Mariana, y tus ojos me ayudan a contemplar esa dicha estelar que nos rehace en un viaje infinito hacia el desconocimiento absoluto, sin nihilismo futurista ni conspiraciones religiosas. Hay tantas energías que desconoces Mariana.
-Viviste para adormecerme detrás tuyo, silenciándome día a día con tus golpes de razón sobre la vida y la muerte, ¡te amaba!, de verdad que lo hacía sin lógica alguna, pese a todas las observaciones de mi grupo, mi familia... ¡Estás lejos y te puedo ver!, me miras, ¿qué te he hecho para que no me dejes soñar despierta?, dímelo, ¡dímelo!
-Aunque mis arterias no irriguen la vida y mis pensamientos se esfumen, aunque caiga desplomado sin razón aparente, aún así podría continuar mi amor, mi viaje contigo. 
-¡Es mentira!, prefiero morirme a volver a oírte, no es posible, ¿quién habla?
-Soy yo Mariana, el que miras atónita con tu copa esperando ser bebida lentamente.
-¡Te he matado enfermo psicópata!, estás fuera de mi mundo, ¡estás muerto!, ¡muerto!, nada puede acercarte a mi, no te quiero, no te acerques, te odié cuando clausuraste mi beca por tus sinfonías simplistas y de medio pelo. ¡Yo tenía el don para llegar lejos y tú me lo quitaste, hijo de puta!, eres un enfermo, te he quitado esa voz, no me hablas, no es posible, te he callado porque tu verdad era una infamia reiterativa, un mensaje de alerta hacia un universo precavido con miles de años de evolución verdadera. 
-Mariana, el amor es un disfraz químico que ha pasado las fronteras del tiempo y el espacio, ciérrame los ojos, te veo muy triste, bebe esa copa y tírame en el primer río que quieras, tienes tres, y recuerda, el último era el nuestro, el del primer beso. 



































 El final abierto de una muerte sin anuncios ni comentarios. 





-Me muerdo los labios, lo gritaría en el metro a las ocho de la mañana, es que me puede, ¿de dónde sacas todas esas cosas?, perdóname, no soy muy... es que me diccionario tiene pocas palabras, mi padre solo nos permitía escuchar sus sesiones de piano absurdas, antes de dormir... uy perdóname, es que no dejo de verlo, tengo la luz apagada para relajarme y mira, no hago más que torturarme, perdona. Te decía, son increíbles, absolutamente absorbentes, esas historias no hacen más que enamorarme._ la habitación olía a semen desparramado con deseo mental.
-Son retazos de lo que puedo transmitirte, contigo desaparecen las muertes que me rodean y los sacos de sangre que veo derramarse día y noche.
-Ya tienes treinta seguidores, hablan de ti en algunos portales, a ver si te vuelves...
-Atentas en contra de mis sentimientos, puedo establecer permisos de acceso, está levantando demasiado vuelo y me incomoda.
-¿Qué?, de eso nada, ¿a qué temes?, tu literatura es un don del mundo, aparte si cierras el acceso muchas personas se encargarán de investigar y llegar a la raíz, eso quizás sea peor. Así de público está bien, yo sé que son para mi, y lo juro Danield, juro por Dios que no hay ningún autor en el mundo que haga tantas modificaciones emocionales en mi cuerpo en cuestión de minutos. 
-El sedimento del cual nacen esas vidas son gérmenes del amor, frutos de naturalezas creadas solo para ti, sin tu imagen en mi mente, sin tus acciones mundanas enfrentando las delicias del placer, no habría nada, cabría el átomo de la creación en un cuenco de cristal, sería la contradicción de mi verdadera existencia. Amo tus abrazos que no reconozco tras el paso de la experiencia sensitiva, me deleito con tu voz sin ser receptor de tus sílabas silbadas con el perfume de tu boca._ un silbido intenso pero lejano los dejó en silencio por unos segundos, el retardo, la espera sirvió para comprender las últimas palabras, los dos estaban unidos, a pesar de la verdadera kilométrica distancia.
-Tu blog va a llegar muy lejos Danield, el amor fluye, pero sin esos dibujos que todos los días nos revuelven el estómago, estoy plenamente enamorada, si supiera de ti, si alguna de estas noches fuese la verdadera, esa en la que realmente cumplo mi sueño de conocerte y tocarte definitivamente.
-El amor es el tacto inexistente, nos revuelve, revoluciona, nos obliga a querer destrozarnos los cuerpos buscando el verdadero sentido, aún besándote con la pasión que ahora mismo suelto en mis dedos, aún así me encontraría limitado, frustrado... puedo regalarte millones de besos y caricias al levantarnos en nuestro lecho de amor, podría incluso enseñarte los secretos más profundos de mi mente... pero nunca sería igual, Lilian, estoy dentro tuyo, en esas líneas imaginarias._encendió la luz repleta de lágrimas, golpeando furiosa la almohada, soltando mucosidad sin gesto alguno de limpieza. Derrotada, silenciosa hasta la agonía, giró su cuerpo para acomodarlo suavemente sobre la sábana azul aterciopelada, al hacerlo el perfume la invadió retornándola en una de sus historias favoritas.
-¿Y el día que te mueras?, no habrá más historias para enlazarme con tu alma.
-Ese día, vestirás de blanco, caminarás por una playa de rocas volcánicas y leerás desde el principio cada una de aquellas epopeyas sexuales.
-Eres... me duelen los ojos de llorar, me arden, Danield... tengo una pregunta, no quiero que te incomodes.
-Dime, no hay nada que me deje fuera de éste círculo perfecto trazado a nuestro alrededor.
-¿Eres Danield realmente?, digo, ¿vives en Cranbrook?
-Ya hemos hablado sobre esto Lilian.
-Pero.
-No hay excusas, es un tema que me deja en un camino incierto entre el abismo de la desconfianza y la pared de un amor mundano.
-¡Perdona!, perdona, me pongo un poco estúpida cuando lloro, me duele la cabeza, necesito comer unas galletas, las de limón que me preparaba mi madre, oh, cómo la extraño, ¡quiero verte!, no es justo que viva así, encerrada sin comer ni dormir... esperando que tus historias me devuelvan la vida... no puedo vivir de las letras, me siento enferma Danield.
-¿No has oído algo?, estás atenta a mi suspiro y no al ordenador.
-¿Qué?, ¿¡qué es!?, ¿un regalo?
-Es más que eso, es tu ración... debo irme, no puedo seguir hablando, creo que...
-¿Qué?, ¿Danield?, me preocupas, ¿qué sucede?
-Nada, lee, sueña, anida toda esa energía en un motivo que te haga respirar de nuevo.
-Sin ti, ¿Danield?, ¿te has ido?... no puedo moverme, necesito ayuda, ¡Danield!, no cuelgues mi amor, necesito ayuda, ya no puedo vivir de las letras... no más... ¿podré encontrarte allí?, ¡háblame Danield!, ¿mi amor?... ya no puedo comer letras, no existen más que en mis pensamientos, muero de amor Danield..._ el borde del teléfono golpeó su rostro de piel y huesos, sus ojos se entrecerraron buscando lectura mientras que sus piernas se vencieron sin fuerza alguna para andar... entre apagones fugaces y líneas entre imágenes distorsionadas por el mal funcionamiento supo que la última historia no era precisamente la actualización del blog... 
-¿¡Harold!?, sube, ya tienes la cena preparada, ¡Harold!, las niñas te esperan... ¿¡Y qué te dije de la limpieza!?, huele a mil demonios, ¡como se me ocurra bajar, ya verás la que te espera!
-Ya estoy, ponme el plato sobre la mesa que cuando termine de echar humo estaré allí.
-Más te vale._subió sus pantalones haciendo ruido con el cinturón, limpió rápidamente los restos de su semen sobre la camiseta blanca y bostezó cansado de la oscuridad. En el brillo del ordenador volvió a leer las últimas palabras de su actualización... pensó en el verdadero nombre que ella tanto le pedía desde hacía ya nueve años, sonrió viéndola caminar sobre un césped amarillo similar al de su vecino en otoño, sonrió desprendiendo una leve sensación de relleno sintomático pasajero que se le disipó tras subir el tercer escalón hacia la planta baja de su hogar, donde le esperaba su verdadera vida reiterativa e insuficiente.





































 El abrazo milenario de un árbol que decía adiós. 







Juntamos hojas desde la mañana, en silencio, buscando los sonidos del viento al mecer el bosque, éramos dos organismos derivados, dos engendros despreciados por un pueblo injusto y enfermo. Habíamos perdidos horas sin decirnos nada, los silencios nos alimentaban las miradas, las volvían temerosas y amenazantes por momentos, no hubo en aquella tarde de grises azulados expresiones directas, no queríamos traspasar las virtualidad concreta que nos separaba invisiblemente. Ya era mucho aguantar la soledad en compañía, sobreviviendo a tempestades y ciclones con mañana de nieve, era el peor de los pronósticos que habíamos sopesado antes de anunciarnos en la plaza tras años de cautiverio ecléctico. Todavía sonrío evidenciando los restos de azotes pintados en recuerdos dañados, escribo estas líneas para poder recordarla a la perfección, aún sin describirla evoco todas sus expresiones sin error alguno, como si cada letra que ahora mismo se desprende de mi boca fuese una coordenada dentro de mi mapa neuronal. 
Siento el frío que me inmovilizaba al cobijarla, mi espalda sufre hoy los embates de los vientos huracanados, las marcas son el daño colateral, la insignia de la memoria sensorial de mi cuerpo, aún así, con todo el sufrimiento, no cambiaría un parpadeo de su olor. Respiraba con su nariz pegada a la mía, gemía de miedo todas las noches mientras yo pensaba en la pasión que podía ofrecerle para dejar atrás el sufrimiento de nuestra naturaleza.
Tengo las voces del pueblo aunadas en un coro horrendo. ¿Quién determina la belleza de una civilización?

-¡Cortadle las cabezas!, van a contaminarnos, nuestros hijos nacerán enfermos, ¡fuera, bestias!, ¡el amor de Dios no contempla el fallo!, ¡Dios es perfección!, matadlos, matadlos y aliviad al pueblo._Creían que forzaríamos el cambio de una forma abrupta, comenzando en modificar a la civilización, sus temores fueron luego los de ella al gemir soñando con la muerte sin reconocer siquiera el filo de la vida, la matriz real del sentimiento al respirar. Su consciencia se acabó en aquella plaza y jamás volvió a gestualizar una expresión o diálogo interno, al menos no frente a mi.

El comienzo de un fin puede determinarse de tantas maneras que no cabrían folios en el mundo para detallarlos, estábamos hechos para el comienzo de la misión pacificadora. ¿Quién determina la extinción de millones de razas orgánicas?, es Dios que tanto magnificaban en sus plegarías no hacía más que evadir su puesto de relevancia. Allí, en aquél tronco recostado que visualizo nos mirábamos por horas, incluso días por temporadas, recuerdo gritar fuera de mi al encontrarme sin ella cuando me dejaba por unos minutos para acomodar las hojas secas. Lloraba reencontrándome con mi verdadera misión, mi futuro escrito que solo podía demorar para estar con ella, mi compañera de destino. Hubo un humano, uno solo de los miles que se reunieron, minutos antes de salir a la plaza se atrevió a ingresar al calabozo, sus ojos, esos brillos de plenitud, el vigor de la verdad, el yugo de la tentación por contradecir al mundo y cumplir consigo mismo, veo su cabellos ondear al sentarse junto a mí, la bestia que tenía el número marcado a fuego en la frente.

-No temas, deseo pedirte algo, no temas, me quedaré junto a las barras de acero para que puedas comprender, señor, que mi acto de valentía corresponde a una fe que desconozco, a una motivación lejana a mis creencias y conocimientos. Tengo solo unos minutos... OH, señor de las tierras lejanas, del imperio desconocido, acabo de conocer mi final, sus manos son el portal a aquélla imagen que no deja de presentarse en todas las noches de sueños con ojos abiertos. Sé, señor mío, lo sé, no hay nada ni nadie que pueda compararse a su belleza, lo reconozco, sé quién es y quiero que su cuerpo acabe con mi estado primitivo de vida, mi físico rasgado por las bestias mundanas de estas tierras enfermas pide deshacerse entre los insectos y animales que corresponden a un status mil millonario de deformaciones. Toque mi frente, bésela si quiere, abra mi corazón con mi espada y extirpe toda mi alma para guardarla, ¿puede hacer eso por mi, señor mío?_ Los cánticos alentados por esos seres de armaduras oxidadas eran los suspiros del miedo, sabían que podía con todas sus mediocres técnicas de defensa pero aún así, suspiraban enérgicos engañados por sus falsas personalidades enmarañadas en la colectividad. 

Durante miles de días estuve abrazado a un árbol singular, fue poco después de acabar con su vida, gracias a su sangre pude morir frente a ese millar de incrédulos, dejé que escupan su energía voltaica e ineficiente durante unos cientos de segundos hasta fallecer al completo. Recuerdo oírlos discutir sobre si quemarme o dejarme pudrirme en el bosque, otros pocos habían propuesto soltarme en el mar para alimentar a otras bestias de las profundidades, la decisión final fue dejarme sobre una plataforma de madera durante la noche en que logré perderme en el bosque.

Estoy decidido a comenzar lo que tuve por designio hace miles de años, debo explicaciones, aunque no hay nada que me impida dejarlos vivir, ¿por qué?, ¿¡por qué haría tamaña estupidez!? Pronto los gases se desplegarán por el aire y las aguas, en cuestión de minutos volveré a verla, esté donde esté, su misión sigue siendo acompañarme en la travesía. Espero que esta vez vuelva con palabras, con susurros humanos capaces de volver a germinar estas tierras con un nuevo germen más eficaz. El nuevo diseño lo llevo dentro, la energía se distribuirá sintetizando la vida con la continuidad de mis antepasados previsores. ¿Dónde estás?, el silencio de la victoria será nuestro al mirarnos con esos ojos que nos regalaron.































 ¡Bum-Bum-Bush! and Obama´s club y el psico Fidel. 







-Pensaba que eras un pigmeo universitario, no un teniente de selva y disparos distraídos._ estaban de pie, detenidos en las posturas más cómodas para dejar pasar el tiempo mientras esperaban ansiosos el final de la jornada de trabajo.
-Cuatro bajas causé, pum, pum, pum y pum, así nomás, parecían maderas de árboles volando._ una posible clienta pasó junto a ellos mirando los letreros que anunciaban la comida rápida que dispensaban cada día, al verlos tan concentrados se quedó tranquila, ya no iban a obligarle a comer por compromiso, apuró el paso hasta perderse en el corredor, tras el expositor digital que anunciaba perfumes que usaban los símbolos sexuales de moda. 
-No me lo puedo creer, ¿tú haciendo eso?, por Dios, madre mía, ¿en qué pensabas?, yo no podría dormir con tanta muerte en mis espaldas, ¿no piensas que mataste las ideas de un hombre?, bueno, de ¡cuatro!_el más alto cruzó sus manos detrás de su espalda para descansar los hombros, por dentro le invadió un temor a los disparos desprevenidos, lo miró fijamente para intentar encontrar culpa en la persona que creía sana y pura. Su asombro era una firma falsificada en el relato verídico de su compañero, él quería decirle que era una mierda de persona pero solo le salía la sonrisa de apariencias y buenas costumbres.
-Matar o morir, esos hijos de puta mal paridos habían destrozado poblados enteros con minas anti persona, vi morir a un niño en los brazos de su padre, corriendo entre las bombas buscando vida para su hijo, destrozado él no dejaba de correr para salvarlo, por eso matábamos a esos degenerados._una gota de sudor recorrió su axila hasta fundirse en la tela de algodón de la camisa de trabajo. Su compañero, perdido entre recuerdos soltó una sonrisa franca como todas las anteriores, el más alto apretó fuerte su brazo derecho soltando energía de choque y expiró todo su aire buscando una alternativa de despresurización.
-Es que eso es tan... duro... no sé qué palabra sirve para acotar esto, yo no podría Rodolfo, para mi es tan..._ el más bajo miró al techo enfocado en una luz alógena, el más alto se entretuvo con el suelo contando con los dedos de sus pies cuentas mentales de distracción.
-Hay algo en la película de Forrest... la parte de la jungla, ¿sabes la que te digo?_su compañero le asiente complaciente y algo agotado por la catarata de imágenes que se había creado de la guerra.-en medio de la selva, por la noche, cuando llovía a cántaros, pensaba, ¿qué estoy haciendo aquí culo cagado?, eso era tenaz, uy hijo de puta, eso no había quien le aguante, pero siempre, aparecían las estrellas y se limpiaba el cielo de un rato a otro... como en esa película, cada vez que la veo vuelvo a la selva... no fue tontería, dos años en medio de la selva, a veces bajábamos a por víveres vestidos de civiles y comprobábamos que todo estuviese bien. Pero sí que maté, y nos mataron.
-¿Sí?_su atención volvió a sus ojos, sentía que la balanza de la vida hacía lo suyo, se alivió instantáneamente, como si todas esas muertes se cancelaran como los números negativos y positivos de una ecuación.
-Cayeron de mi pelotón, dos, pero sí que los sufrí macho, esos eran mis pequeños, la pasé mal huevón, la selva en Colombia es dura, póngale cuidado, muy dura._la música ambiente del centro comercial seguí su rueda continua de entretenimiento fuera de tiempo. El sonido de las sillas chirriando con las baldosas brillantes lo devolvió a la realidad del verdadero relato en sus vidas, de la verdadera lucha diaria por sobrevivir en una selva asfáltica y con miles de animales carroñeros esperando devorar todas sus intenciones de éxito.-Las guerras son malas huevón, no le recomiendo, eso estaba bacano pero tocaba pringar mucho huevón, yo lo dejé por la puta espalda, me dieron de baja por tener escoliosis lumbar, estuve jodido mucho tiempo, pero me quedó la pensión de por vida, un millón al mes, allí está bien.
-La guerra es simplemente el eje del poder más evidente, es la lucha del pobre contra el pobre en una sin fin de sin sentidos, a decir mejor sí tienen sentido las guerras... el dinero. Hablan de terrorismo cuando el primer acto terrorista es avanzar a tiro limpio contra civiles en un capital de un país. Todos los gobiernos están enlazados entre sí, dan muerte sin pensar nada más que en dinero. SON LA PEOR MIERDA QUE EXISTE EN NUESTRA ESPECIE.
-La guerra es la evolución.
-¿Qué estás diciendo?, tu no estás bien.
-La guerra da frutos tras la devastación.
-Estás loco, de remate, Rodolfo, lo que dices es muy grave.
-Pues es lo que pienso maricón.
-Está bien, vamos es hora de recoger, si no apuramos nos dan la una de la mañana.



































 La lectura de William Van Dock. 




-Estoy así, cansada, me encantaría tener tu paz, te veo y me proyecto, me elijo entre miles de hombres... pero no, soy esta, ¿no soñaste con ser mujer?, no me mires así, seguro lo pensaste entre sueños, o alguna tarde aburrido sin jugar a nada._Eposi mantuvo el silencio valorativo para contemplar así un gesto de evidencia, una respuesta sin palabras, ella era un alma blanca, observadora, Ateh, sin embargo cargaba una negatividad excesiva, el combate lo había dejado al borde del sueño, aunque ella se negaba a dejarlo descansar, necesitaba soltar su verborrea incansable para conciliar el sueño.-Dime que sí, estoy segura que sí, no mientas Ateh, conozco lo que intentas decir.
-Deja ya de molestarme, casi me asesinan, me he salvado gracias a una caída inesperada, mi asesino cayó contra una rama afilada y me convertí en el vencedor por accidente, nadie lo ha notado, pero sé que ha sido así. Por favor Eposi, déjame dormir, necesito olvidarme de su rostro antes de caer, su furia era aberrante, no sé que pensaba hacerme esa pobre víctima.
-Eres cobarde Ateh, daría todo por cambiar nuestros cuerpos en el combate, mordería sus músculos hasta desgarrarlos, mi condena es esta vida, pienso irme Ateh, contra todas las voluntades que se enfrenten a mi decisión.
-Estás fuera de ti, eso sí, nunca estás donde tienes que estar, Eposi, duerme amor mío, las estrellas piden clemencia ante tu impaciencia, algún día quizás te conviertas en una guerrera, el pueblo pide a gritos un mártir.

William llevaba cinco horas sin detenerse, leía a veces olvidando respirar, su poder creativo explotaba a cada palabra, no existía ninguna máquina capaz de emular sus escenarios, sus mundos brotaban incansables. Era tarde, quizás las tres de la madrugada, mala hora para una lectura apasionada.

-¡He dicho que duermas!, siempre me haces lo mismo, tengo que trabajar, tu padre no deja de roncar y tu haciendo ruido con los pies, ¡te he dicho que dejes de leer!, no sé en qué pensaba cuando me dejé engañar por tu padre._cerró la puerta enfurecida, afectada por el mal sueño y la rabia de convivir con aquellos asiduos maniáticos. 
-Mamá... mamá, solo un minuto más.
-¡Cállate bola de carne!, cállate y duerme o no te reconocerás mañana de los golpes que pienso darte... ¡Dios!, ¿qué enseñan en ese colegio?, ¡Dios!, un día pienso dejarlos solos, estoy harta.
-Mamá.
-¡Tápate y duerme enano de circo!, ¿¡no me oyes!?, que duermas he dicho.


























Folson 9.



2 de septiembre, New York city, 9 Folson ST.




Llevo años sin responder, lo sé, no lo pienses así, tengo cien películas que pueden gustarte, te las relataría en nueve fascículos y serías un hombre feliz, pero no, aumento mis expectativas solo con intentar decirte la verdad.

Desde que nací fui un inadaptado, maté, violé en la guerra y pude salvar vidas que prefiero olvidar, sus rostros me llaman por las noches y a veces por la mañanas mientras me busco en el horizonte perlado que amo observar. Pensarás que miento, ahora mismo tu enano interior te obliga a odiarme, en este instante te preguntas una y otra vez cómo será mi barba de tres semanas, el abrazarme un domingo a la mañana o simplemente verme esperarte en alguna esquina. Lo siento hijo, de verdad lo siento mucho, aunque todo el amor me reintegre con tus pensamientos, yo, tu padre, estoy fuera, muy lejos de este mundo material. ¿Qué estoy diciendo?, ¿eso piensas?, siéntate, esto recién comienza, vete a buscar unos refrescos, coge comida para un día entero, lo tengo estudiado, no vas a moverte del sofá, no a menos que lo hagas para sentarte en el baño a defecar lo ingerido anteriormente. No quiero que pienses que todo esto es para meterme en tu mente y utilizarte como supuestamente lo hice con tu madre, recuerda que esto va a ser para largo. Vamos, ve a por esa comida y si puedes ve al baño también, todo lo que diga a partir de unos folios cambiarán tu vida para siempre, y tienes que seguirme al dedillo, la información que existe en este instante entre tu y yo es esta, estas hojas con millones de palabras, solo tienes que leer de corrido sin interrupciones ni saltos de páginas, te conozco, vas a intentarlo pero perderás mucha más información ya que he diseñado cada hoja con un fin, no comprenderás nada al fin si no lo haces tal y como te lo describo. Ve de una vez hijo.

¿Ya está?, perfecto, ¿recuerdas a Mollie la mujer de Paul de la calle seis?, tenían una casa con jardín de rosas blancas, el camino sin sus baldosas al final, aquél cuadro de Jesús dentro de la ventana, ¿estás mentalmente allí?, seguro que no, es mucho tiempo atrás. Tengo más datos, ella era morena, ojos claros, verdes quizás, tenía un escote atrevido siempre, las faldas habitualmente eran floreadas y sus manos blancas de pianista con las uñas moradas a tono con las flores que vestía. Tengo más, la madera del hall de entrada estaba podrida, solían tener suelto al perro... ¿qué raza era?, ¡ese!, Junior C, ese perro, muy bien, lo has recordado, ¿qué cómo lo sé?, tranquilo no sufras, no estoy dentro tuyo, soy tu padre, reconozco la lógica de tus cuestionamientos primarios, es normal que pueda promover, preparar y confeccionar todo este relato para que caigas en mi redes paternales pero no, no me preguntes el cómo, solo lo hago, es como si pudiese ver la lata de cerveza que tienes junto a la mesa y no la de refresco que yo supuse que tendrías, ¿magia?, no, nada de eso, vamos a suponer los dos que yo estoy junto a ti como un espectro y puedo escribir esto mientras tu piensas, en ese micro segundo yo actúo y le doy sensación de presente a lo que en realidad es pasado y presente simultáneamente. Ya lo sé, y no estoy loco, relájate y deja ya de botar como un desquiciado, yo soy tú, y es una forma de manifestación indiscutible. Debemos hablar, y lo he dicho antes, de corrido, sin movimientos, sin gritos ni pataleos. Estábamos en la casa de Mollie, allí dentro teníamos unas fotos con la familia, necesito que te acerques con tus pensamientos y veas algo que no puedo ver. Es importante que me lo digas, o que lo susurres.

-¡NO VOY A CAER OTRA VEZ!, ¿Dios?, ¿existes?, seguro lo has puesto en este papel asqueroso que hace que habla conmigo, ¡estás muerto maldito idiota!, eras un alcohólico, ¿quién crees que era para volver así?, lo que me falta es que seas un señor cuando fuiste un animal de feria.¡Vete de una maldita vez de esta casa!_mientras gritaba desaforado desde el otro lado del cristal se oían susurros.-¡Calla ya!, no quiero leer más, no pienso leer más._el sofá blanco estaba repleto de patatas y bebida. Desde detrás del cristal algunas voces tomaron fuerza para expresar su análisis.
-El individuo manifiesta descontento, las hojas en blanco representan recuerdos... la información concuerda con la muerte de la señora Mollie Paterson a las ocho y treinta del día de ayer, tenemos personal estudiando el escenario del crimen._otra de las voces tapa a la primera.
-Debemos prestar atención ahora mismo, señores, estamos en presencia de un hecho magnífico, la ciencia al fin manifiesta todo su esplendor en un ser humano. Cierren las puertas y abran las ventanas, que despierte del trance, tres dosis de benzodiacepina, necesitamos el ensayo general de la obra de mañana, el asesino cree poder continuar._ las voces se apagaron entre lamentos y lágrimas.































Las directrices del viento. 




Cien millones de habitantes acaban de digerir una tostada al mismo tiempo, ciento un millones de habitantes terrestres acaban de ir al baño en un bar de centro comercial. Una, dos, tres, pam, pam, pam, pum, y las tres que tenía para aliviar se me fueron por atrás... pam, pam, pum y pum, esa me está mirando, ¿qué le podría decir a una mujer que se da vuelta para mirarme desde abajo hasta arriba, incluida mis entradas?, pim, pim, pum, pum, pam, tac, tacata, tac, plaf, plaf, tum, tum, tumtum, placa, pla, pla, pulilulu, lala, plum, plum... ¿qué mira ese engendro de feria? Los edificios no se han levantado bien, están sucios, seguro van a resfriarse y a escupir a todos esos enfermos por el trabajo. Me quedan diez minutos en cuesta arriba, ¿quién quiere caminar tanto con tantos coches?, espero que fabriquen en masa esos vehículos verticales... pim, pum, pim, pum, tacatac, tac. 

-¡Mira por donde vas, idiota!, casi matas al niño._ a veces los matan ellos al no mirar lo que están haciendo, hace unos meses un niño se ahogó en su coche, ella destrozada por el estrés olvidó dejarlo en la guardería, ¿por qué no puedo golpearlo sin querer?, es que la gente es lo que es y no pienso darle más vueltas.Me vibran los pantalones, no, es el corazón, el bolsillo de mi chaqueta, qué sucios están los edificios hoy, se dejan día tras día hasta que la naturaleza ejerza la fuerza devastadora, en esos instantes recordarán esa mañana que pensaban diseñar vallas contra inundaciones y mareas altas.-¿Quién?, hola, hable..._números desconocidos y alarmas silenciosas, adoro mi época.-¿Ed?_hace mucho tiempo que no oigo ese mote, sigo caminando, tengo ganas de tomarme un chocolate caliente, sí, con mucha espumita, y esos bizcochos que... no mejor bizcochos no, me dan mucho trabajo, pero esas tostadas integrales para compensar no estarían nada mal.-¿Ed?_no me digas que me sigue, no, me cago en todo lo que tengo frente a mis ojos, esta ciudad se vuelve cada vez más pequeña.-¿Ed?_ lo tengo cerca, seguro va a...-Ed, soy yo, Less, ¡Ed!_no hay vuelta atrás.
-Hola._me duele la cabeza, estoy hirviendo y me quema la piel de toda la cara, quiero catapultarme lo más alto que pueda y no me importa no pensar en la caída, será menos dolorosa.
-¿Así me recibes?, después de todo lo que hicimos por ti, ¿estás bien?, te noto algo.
-¿Tenso?, no, es que iba muy entretenido.
-¡Te he visto!, casi matas a ese niño negro.
-¿Era negro?
-¡Claro!, no cambias más, la madre juraba en hebreo, tenías que verla, según caminaba pude escuchar algo de racismo, son así, no te pongas mal.
-¿Era negro?
-Sí, Ed, ¿te sientes bien?
-¿Yo?
-Sí, tú, cuanto tiempo mi amigo, mucho tiempo, casi pierdo esta oportunidad, no sé porqué se me ha ocurrido doblar en esta esquina, siempre voy por otro camino pero por cosas de la vida he cogido este y mira, ¡aquí estamos después de tanto tiempo!_la vida suele ser así de caprichosa, temo que la culpa es mía, lo he recordado hace unos minutos, la telepatía es un mal universal, aunque todavía no lo aceptemos ya podemos hablar sin hablar.
-El tiempo. 
-Ed, mírame, hablo del tiempo que pasó desde aquello, todo el mundo estuvo detrás de ti pero no sé cómo lo hiciste pero lo hiciste.
-¿Qué hice, Less?
-Esconderte, la policía estuvo indagando hasta que uno de tus familiares les explicó bien lo que habías decidido, el resto de mortales tuvimos que conformarnos con saberte vivo.
-No sé de lo que hablas Less, de hecho, no sé muy bien quien eres.
-Vamos, deja ya las tonterías, me veo distinto, pasaron ya nueve años pero sigo siendo Less, ¿tan viejo me veo?
-No es eso Less, solo que no te recuerdo completamente.
-Yo te ayudé a publicar el primer libro, luego llegaron dos editores más, uno de Hungría y otro de América, nos peleamos durante meses en las cadenas de televisión por los derechos de la obra. No pienso seguir con esta farsa, tú sabes muy bien quien soy y se acabó... tienes algo que me pertenece.
-No tengo nada, soy pobre.
-Nada de eso, eres inmensamente rico.
-Vivo bajo un puente junto al monte.
-Es mentira.
-Solo sé volver allí, tengo tu nombre escrito en algunas hojas que me quedaron en un bolso marrón, algo puedo percibir de lo que eras. No puedo quitarme el chocolate caliente de mi cabeza, lo siento, debo irme.
-¡Ven aquí!, tengo algo que darte, es muy importante.
-Quédatelo, a ti te hará falta, yo hace tiempo que me olvidé de todo.
-¿Qué le digo a Dios cuando muera?, no puedo permitirme dejarte solo otra vez, Ed, tu obra pide que la escupas, que vuelvas a la literatura, eres increíblemente joven, no me dejes aislado, leyéndote como un desesperado, imaginando que todos los problemas pueden disiparse con la lectura, ¿qué le digo a Dios cuando llegue el final?
-Dile que eres humano y que no le crees eso de que creó el mundo en siete días.



































 El mar en una botella de ron. 





Me hierven los ojos, su acento me incomoda, el acento de mi consciencia, ¿cuándo tomó referencias de otros pueblos para aniquilar mi propia identidad?, los caracoles me hacen acordar al mar, su geometría playera, no lo sé. Allí fuera estallan los cristales del calor, algunos gritan hasta ahogarse en sus sudores, la presión de la atmósfera que mantenemos en esta sala me anula por completo, o al menos está a punto de hacerlo. 

-No te muerdas el labio, puedes infectarlo, ¿has pensado en dejar de respirar?
-Me... cuesta... hablar... no..._otro más, cuando abro las puertas entra el viento solar y termina por incendiar parte de la sala que esperaba ser desintegrada por las calorías universales.

Desde mi nacimiento me vi envuelto en miles de posibles muertes a manos de la naturaleza pero ninguna acusaba al sol de tamaño desastre, lo común, apelaba a la sangre brotando por la gracia de un disparo, una lanza, un golpe o un cristal en el sitio menos indicado, pero nada se acercaba al poder del sol. Es que lo veíamos en tantas películas que no tenía mérito imaginar algo tan digerido. Ahora que lo recuerdo, en varias noches me levanté al borde del ahogamiento, tosiendo con la garganta seca, no dejo de encontrarme en ese instante en que creía que moría aún siendo consciente del mal sueño. El rugido de las nuevas explosiones llegan hasta aquí, estoy a salvo mientras resista, serán solo unos minutos, quizás miles pero no más. De niño miraba el cielo en vez de dormir la siesta, todo era quietud en mi pueblo, la brisa meciendo árboles y las hojas chasqueando como palmadas suaves de aliento. Pensaba que el cielo era el suelo infinito en el que evitábamos caminar, ahora solo veo llamas comer los siglos de conocimiento, ¿qué hacer contra el calor?, todo está fundiéndose, ya no sé si los artistas que tanto admiré tenían mucho sentido en este escenario. 

-¡Solo!, ¡bien solo!, ¿pasa algo?, ¿quieren mis cenizas para los que lleguen en un millón de años?, todas las manifestaciones podrán acercarme al epicentro de la creación... ¡No estoy solo!, me acompañan ellos, ¡no respiran el calor porque prefieren soñar con agua!_es probable que el sueño sea parte de mi psique infantil, es probable que sea una tarde de aquella en la cama con el pie sobre la rodilla, rascando mis dedos con las frazadas cuadriculadas de dos colores, hay una relación directa entre mis pensamientos y lo que pienso realmente antes de formularlo como valor de lógica. ¿Soy yo?, ¿¡esa voz aflautada y con acento extranjero soy yo!?

El calor me obliga a olvidarme, siento como se deshacen mis dedos, se cae mi labio inferior, no puedo hablar... se funden mis harapos... la vida recién comienza.































La mentira creativa, esa anciana que pedía dinero. 





-Soy la persona más desgraciada de este mundo, soy el personaje del escritor o guionista enfermo por el éxito que me exprimiría hasta los huesos por hacerme sufrir todos los calvarios posibles. Mi carne es oro para los leones vestidos de Armani, ¿podría provocar más dolor en mi vida con la pluma de un escritor bienaventurado?, ¡estoy hablándote bigotes!, ¿para esto te pagan?
-No vamos a extenderle la suma que pretende, mi superior me ha denegado el acceso al sistema, debe irse de aquí cuanto antes, señora.
-¡Me violaron desde mi nacimiento!, fui drogadicta, tuve un cáncer que me dejó sin una teta, un marido alcohólico y una hija puta, mi padre mató a mi madre cuando tenía cinco años, la vi desangrarse frente a mi. Nueve abortos y dos niños muertos en mis brazos al parir, nueve operaciones del ojo izquierdo y una amputación del dedo meñique, sin contar los embargos y muertes que vi en las calles cuando vivía sola chupando penes sucios y enfermos por dos monedas inservibles. ¡Yo vi cambiar a la sociedad desde sus basureros!, conocí el amor entre rejas y estudié derecho civil mientras me azotaban los policías que también me violaban. Un escritor se forraría con mi historia, ¿no me crees?, todo me pasó a mi, y me está pasando, ¿tu ves normal que me denieguen un préstamo?
-Señora, no puedo volver a repetirlo, está poniéndome en un aprieto, por favor.
-¡De eso nada!, aquí me tienes, compra los derechos de mi vida, ¡te los vendo al precio que hoy te estoy pidiendo!, lo juro, vas a llenarte de dinero, si solo es contar una parte ínfima de todo lo que me sucedió, créeme, soy la persona con menos suerte en este mundo. 
-Lo siento, el encargado de la seguridad de este establecimiento la acompañará hasta la salida, lamento terminar esta gestión de la manera que me ha obligado a tomar, su suerte la elige usted señora.
-¡Eso es una falacia!, es usted un enfermo como el resto, ¿ve mal todo lo que me pasó en esta vida?, ¿por mi ropa y mi falta de aseo me niega el dinero?, ¡son ladrones de guante dorado!, europeos, ahora que el verde ha caducado aprovechan para adueñarse de todo. Seguro moriré en alguna zanja mientras tú comes caliente con tu mujer, pero de los cuernos no te salvarás hijo.
-Me hace recordar una película pero no sé cual, ¿no te parece Richard?_el uniformado lo mira intrigado, se detiene, suelta el codo de la mujer y se echa a reír.
-¡Sí!, la última de ese director.
-Sí, esa, eres el mejor, ¿cómo se llamaba?, envíame al infierno, o algo así.
-¡Esa!
-Mi desgracia no tiene infierno, el infierno es la vida y la muerte para mi, en ninguno de los planos estaré plena, todo se oscurece a mi paso, quien escriba sobre mi, será rico.
-Tengo un cuaderno, acompáñeme por favor, mi nombre es Richard, él, es un empleado, y su jefe no deja de instigarlo, venga conmigo, yo le daré cobijo, comida y algo caliente que beber, en mi oficina tengo espacio para los dos, yo también vivo allí, rodeado de cámaras.
-Joven, mi dicha es la maldición de ser la mujer menos afortunada de este mundo.
-Es eso lo que pienso retratar con sus palabras.
-¿Es verdad?
-Claro, señora, no sé cómo decirle esto.
-Dime hijo.
-Vivo aquí, trabajo aquí, soy una persona en búsqueda del momento, un cazador de sueños y realidades alternativas, soy una vida que se plasma en las tintas de la selva que nos vio criarnos como abono para el futuro... soy escritor señora.
-Pues... prepárate, ¡serás rico!, pero primero debes pagarme.


























La humedad del mate sin sabor.








-Dame uno sin azúcar, lo lavás en medio minuto, ¡no le tires agua hirviendo!, pará, pará, dejame a mi, mejor lo hago yo, dame el paquete de yerba que está atrás tuyo. La otra puerta, no, la otra, ¡esa!, adentro, atrás del paquete de galletitas, al lado de los fideos, sí, ese._ la humedad recorría la cocina como un ejército de calorías encapsuladas en agua, suspiraron los dos al silenciarse por los sonidos de aquellos disparos innecesarios.
-Bueno, bueno, te ponés muy nerviosa, no soy perfecto, si querés un muñequito de torta te equivocaste de hombre. ¿¡Qué!?, me ponés nervioso de nada._apoyó el paquete a medio vaciar y se sentó apresurado por el dolor de espalda que le provocaba estar de pie durante unos minutos.
-¿Te duele?, si no vas al hospital eso te va a joder todo el cuerpo, no te das cuenta pero es peligroso, de verdad Sebastián, te estoy hablando en serio, no podés seguir así._él estaba morado de contener la respiración, una puntada profunda lo inmovilizaba, quería gritarle a la cara todo lo que pensaba pero le era imposible esgrimir siquiera una sílaba suelta.
-La puta madre... ay, lo que duele... dame un mate, dale, ponelo como vos sabés, a ver si me olvido un poco de... dale Caro, hacete uno, dejá de mirarme tanto que me voy a poner rojo por vos y por el dolor, si no termino reventado le paso raspando._soltó sus brazos dejándolos caer libres hasta detenerse en una postura abierta y de descanso, con la cabeza colgando hacia atrás dándole la oportunidad de juntar toda la sangre nuevamente en su cráneo, mientras se le cerraban los ojos por la presión de aguantar la respiración observaba el techo y sus manchas de humedad.
-Tomá, es el primero, te lo tomás por boludo, por necio, insolente, desordenado, descuidado... ¡Sebastián!_él sabía que podía aguantar debajo del agua hasta tres minutos y medio sin perder el conocimiento, alardeaba de su capacidad pulmonar.
-Dos minutos y medio y estoy como una rosa, escuchame... uh, que bien, se me está yendo el dolor, seguro que ya está acá a la vuelta._ella sonríe, sabe que tienen mucho por hablar.
-¿Y?, este está bien amargo, como te gusta, jajaja, te lo merecés por ser tan..._abrió su mano como un girasol frente al sol.
-Tampoco te pases, también me gusta amargo, eh... es un placer casi sexual, lo hacés de una manera imposible de imitar y fácilmente reconocible, tendrías que concursar por el mate de oro._sentía deseo por esa mujer aún sabiendo que su amigo fue quien la había enamorado primero en aquél río de mates y fuegos con guitarras jóvenes. Tenían que hablar y no era precisamente de su tensión sexual no resuelta.
-¡Ey!, vení, volvé, esa bombilla no es un micrófono, ¿a dónde viajaste?, estabas ido, Sebastián, podés empezar, al final es a lo que venimos a esta casa. Tenemos cinco horas hasta que deje de ser seguro._el rostro de Sebastián se endureció finalizando el sorbo con ruido del final, tras un instante de arrebatos fantásticos soltó el aire.
-¿Cinco horas van a estar dando vueltas por acá?_achinó sus ojos por una acidez tardía.
-O más, pero no pienso pasarme un minuto, quieren que lo haga rápido y bien, sabés como son esos enfermitos._su lengua buscó el aire para atraer su atención, ella lo tenía controlado.
-Ya te dije que no tengo nada que ver, Romero es el que puede decirles algo, bueno, podía, no sé qué mierda pasa pero yo no tengo nada que ver, ¿me estás escuchando Caro?
-Sí, y mirándote, estás distinto.
-Dejate de boludeces, yo no soy ni quiero ser de ellos, ¡nada de nada!, voy solo, libre y no quiero que me metan en quilombos por gusto. El otro día vi a Parada manejando un taxi y me cagué de risa, ese hijo de puta era un genio de la estrategia, casi me meo cuando lo vi, irreconocible.
-Igual no era él, ¿no lo pensaste, Sebastián?
-Era él, tenía que ser él, ese bigote... bueno ahora dudo un poco... ¡era él, dejame de joder!, ¿Qué mierda hago acá?, me quiero pirar ya.
-No puede ser, decime algo, por todo lo hicimos antes, no tires todo a la mierda, vamos a tener tiempo para relajarnos más adelante, ahora decime algo.
-No serás tan... no me estarán escuchando... decime que no, ¡Caro!, ¿me...?, no me jodas, te pienso matar, ¡forros de mierda!, ¡voy a matarla ahora mismo, se creen que no sé lo que quieren de mi!, cagones, cobardes, putos de mierda, los tengo a todos en una buena lista, los tengo bien guardaditos, agachate pelotuda, agachate, ¿te pansabas que con dos mates de mierda ibas a usarme?, chupá puta de mierda, hace tiempo que te veo ahí, me la vas a chupar, ¿estás con el flaco Hernani?, ¡Hernani!, va para vos forro, dale, chupá putita... no hablás tanto eh, ¿te dan órdenes?, como no me la chupes te hago puré, dale... ¿ves?, estás hecha para esto, te encanta... tomatela, andate la concha de tu madre, tomatela, cuento hasta diez, si te veo acá morís.
-Estás equivocado Sebastián, yo... no es lo que...
-¡Andate hija de puta!, ¿me metés acá para que me expriman como a los otros cincuenta mil?, deciles que mi lista es la piedra angular del nuevo comienzo, va a destrozar al sistema como nada lo hizo en los últimos dos mil años, morirán de a millones, está escrito Carolina, no hay pactos, ni amnistías, la sangre será la tinta de los nuevos artistas... voy a regenerarme en otro... lo verás... esto no va a quedar así.
-No es lo que..._un tiro estalla los cristales de las dos ventanas junto a la puerta trasera, otro agujerea la madera vieja y corroída... Carolina muere por la tercera... Sebastián simplemente suspira, como si su aire fuese gasolina y el mechero el próximo disparo, piensa es estallar, solo piensa en escapar, ella era un mal menor, al menos frente a lo que se aproximaba lentamente y rodeaba la casa.
-¿Me siguen escuchando?, puedo oírlos, no les tengo miedo, voy a morir, y en unos instantes, no van a saber nada, pero nada, ni cuando ni donde, cuando menos los esperen los poderes se desmantelarán como sus flotas de aviones inútiles contra el viento y las mareas... la fertilidad de la tierra está fuera de cuestión... títeres.


































 Desde el escalón. 







Caminas sin reflexionar, algo te llama a la puerta de tus preguntas pero prefieres evadirte con los sabores interminables de la lógica matemática que hace de tus puntos verdaderos castillos de tapaderas eficientes ante todos los que te miran, como yo lo hago. Estás hermosa, pisas de costado como yo, gastas la cara izquierda del calzado y crees tener el andar de una reina en pleno acto protocolar. Respiro con dificultad, no tienes nada que ver con este último acontecimiento, es mío, lo provoqué para ti, en unos minutos lo verás, comprobarás de qué estoy hecho, desde este escalón puedo ver tu nuca de cerca, ¿qué pretendes leer? 
Toda mi vida luchando como un incansable vencedor para derrochar mi fortuna así, por ti, sé que nada me pides, no sabes siquiera por dónde viajaría si cogiera mi maleta para evadirme en una travesía, tranquila, yo tampoco lo sé, somos innegablemente parecidos, tú ajustas tu pantalón desde atrás y yo agarro el cinturón por delante. Te demostraría con un beso la capacidad de crear horizontes y estallar nuevos universos para ti, pero no creo que estés preparada para tanta diversidad de colores, tu nariz empolvada está a punto de soltar tu gérmenes, qué rara es la vida, me lo demuestras en una metáfora de tu propio destino. 
Yo era quien debía abrazarte en las mañanas de tristeza, esas nubes negras que nos hacen inciertos, incompletos, irresueltos... hasta el final. ¿Has mirado al sol sin pestañear para preguntarle que hay detrás de esa lámpara de interrogatorio? Las zapatillas que tengo puestas son de tu misma marca, puedo sentir los dedos de esos niños pegando las partes en mis pies, me hacen cosquillas, ¿piensas tú en todo lo que morimos al aceptar las graves manipulaciones de la humanidad? sonríes leyendo como si el mundo fuera solo el papel y tus retinas, la tinta y tus pensamientos, los argumentos y tus percepciones de la verdad. Hace tiempo que conocí el verdadero amor contigo, ¿tocarte?, mírate como sacudes tu trasero, no existen las órbitas en tu camino, imposible seguirte con los ojos sin detenerme en tus formas, eres sofisticada hasta para suspirar. Curiosamente pienso en el tamaño de los universos, en el de las personas y objetos, de nuestros mundos artificiales encordelados, curiosamente veo que tu aire se quema mientras lo expeles sin daño alguno aparente. Me destrozas sin saberlo, me haces mínimo sabiéndolo, soy uno más de tu lista inagotable de números y voces apagadas. Soy capaz de encender al mundo como una única llama en busca de ayuda en la oscuridad inflacionaria, convirtiendo al mundo en una llamada agonizante, así nos verían y acabaría con este sufrimiento de preguntas sin responder en este lapso que se agota mientras tú respiras mi aire.
¡Segundos más, segundos menos, verás caer la torre que tanto observas cuando buscas en los silencios valorativos una verdadera argumentación para tus limitadas respuestas!, lo verás amor mío, porque mi amor se ha regenerado, y su evolución es irreconocible a mis ojos, nada puede devolver mi monstruo infante, nada, ni siquiera tus evocaciones divinas. ¡La torre y tus dioses del dinero caerán en tus pechos alimentando sus últimas penas!, harás de tu existencia banal una perla verde en la llamarada de odio y miedo encontrado que recibirás pensando en lo que intentaba advertirte el escritor congelado de aquél libro que doblas y retuerces como a un felpudo. Adiós, no le digas nada cuando tu vida se manifiesta en un cuadro inabarcable, podrás soltar toda tu adrenalina, pero allí estaré para recordarte lo que podríamos haber sido juntos, navegando en este mar de sirenas y smog, alza tus manos, extiende tus brazos, estira tus vértebras, busca volar, que todo cae encima tuyo... adiós mi amor, es increíble lo guapa que estás, lo bien que te veo desde el escalón.














 Pipas en la boca. 







Se le cayeron las pipas de la boca, mojadas, algunas pegadas en barbilla, mientras yo rasgaba las cuerdas de mi guitarra sosteniendo las notas con una fuerza dactilar limitada. Me dijo que estaba en un estado anterior a la realidad, veía colores desconocidos, claro que le creía, tenía un doctorado en química con veintidós años, si había alguien sensato era él. 

-Te lo explicaría pero es como pasar el dedo sobre la pintura fresca de un fresco, solo podría contarte lo que es el azul, el rojo o el amarillo pero nunca sus combinaciones atómicas que llegan a conformar una imagen semejantemente diferente a la realidad unilateral de aquél artista inexistente y metafórico que estoy citando para sentir que hago bien expresando lo que me sucede. Ángel, eres un ser especial, te faltan alas y serías perfecto a mis ojos, no intentes buscar respuestas encerrado en una prisión de energías controladas y lógica binaria. 
-Eres igual que yo, Jon, eres igual que yo, nacimos juntos, nuestros padres nos hicieron amigos, hermanos, desde que comenzamos a ver la realidad, jugamos, interactuamos y rompimos esa realidad que nos daban para hacer algo nuevo, ¿por qué te empeñas en ser distinto?
-No lo entenderías, y no te culpo, si fuese decisivo, determinante para tu existencia haría lo imposible para que puedas entrar en ese espectro, pero no hay porqué hacerlo, Ángel, caen piedras desde fuera sobre el tejado azul que recubre nuestra celda universal, caen seres y te dan respuestas para aliviar el sufrimiento de la duda, caen torres y millones de existencias para contraer los vencimientos regulares. Caen verdades de siglos con una demostración científica y luego tras nueve generaciones cae la demostración con la renovada y persistente ignorancia que tanto pretendemos alejar de nuestras existencias. Cae todo, Ángel y no quiero que estés mirándome así.
-¡El que no se ve eres tú!, mirando hace horas desde la ventana a no sé donde y comiendo pipas como un desaforado, esto no va bien, deja ya de pensar tanto, tienes el doctorado, déjalo ya, respira un poco, camina, huele la naturaleza, lee, mira lo que otros visionarios intentaron contarte hace siglos, explora los mensajes que se reparten entre la cultura. Por favor Jon, deja ya todo ese rollo de colores y universos paralelos, estás desvariando y me preocupas, no has llamado a tu familia desde hace al menos nueve meses, hablan conmigo y están sufriendo tu silencio, creen que les desprecias por lo que eres y ellos no son. Valora todo lo que tienes, pero no te cierres, ellos dieron sus vidas al trabajo para que tu puedas pensar libremente y llegar lejos. Algo no va bien, ¡Jon!
-¿¡Qué!?, ¿qué quieres?, ¡déjame en paz, joder!, ¿qué sabes tu del sufrimiento de mi familia?, todos pasamos penurias, si sus existencias se abocaron a malgastarse por míseros billetes de intercambio lo lamento con el alma. ¿Acaso yo pedí ser un genio?, ¿y las becas que me gané, no cuentan?, es una de las excusas más tontas que has tenido en los últimos días, aunque si hago una lista de tus estupideces no pararía hasta mañana. Ángel, estudia que te quedan tres cursos, tus padres sí hicieron el esfuerzo y no tienes ninguna beca.
-Eso ha dolido, yo no te estoy atacando gratuitamente, eres mi hermano, solo quiero que sigas subiendo, evolucionando, yo sé muy bien quien soy, lo limitado que me siento junto a ti, pero me da igual, mis aspiraciones son más bien banales. 
-Las mías no corresponden a esta tierra, siento ser de fuera, me siento como un secuestrado tirado a la buena de Dios en una ciudad incomunicada donde todo es lógica y engaños, colores y texturas prediseñados. 
-La mente es muy poderosa Jon. 
-¿¡Mi mente!?, me quieren abrir el cerebro ya, me quieren muerto, están hambrientos, me dejan estudiar para luego entenderme, me estudian y no lo ves, en el momento menos pensado estoy muerto para el análisis. 
-¡Déjate de bobadas!, por favor, eres muy importante para ellos, si entiendo por ellos a los cientos de millones de personas que agradecen tu descubrimiento.
-No lo entenderías Ángel, me agota hablar contigo, yo sé muy bien lo que pretender hacerme, pero ya me da igual, no pienso escapar, ni dar más claves, no hasta que sepa como irme de este planeta.
-Estás muy mal, relájate, ven siéntate.
-¡Cállate de una puta vez!, pienso irme de aquí cuanto antes, aunque les deje el acertijo resuelto para armar una lanzadera... lo tengo en mi mente, esa mente que dices tan poderosa, allí dentro están las piezas, hay materiales que pienso crear... me duele saber que después eso representará la muerte de esta especie. El dilema aparece cuando te veo dormir, Ángel lo único que me retiene eres tú, hazme el favor de callar, en silencio estás mas guapo.
-Gracias, Jon, gracias por no irte, te creo, eres capaz de eso y más...
-No sabes cuantas vidas no conocemos por estar incomunicados, sé quienes son, sé muy bien donde están, algún día mi amigo, algún día te llevaré conmigo.
-¿Y la humanidad?
-¡Que les den por el culo!






























  Gaur hitza eman, bihar haizeak eraman.




-Acabo de inspirarme, el lecho de mi torrente creativo es obra de una compleja copia natural, un entramado mil millonario que conforma mi yo. Soy un río de información cifrada que se supone que es mi personalidad, que soy yo, ¿¡me entiendes!?, tengo que aceptar que mi vida es una copia natural del entorno directo e indirecto, una insana demostración de conectividad y conciencia. ¿Qué hago con mis sentimientos?, ¿¡qué hago!?
-Tranquilo, puedes utilizar tu cuerpo, eso es lo que detiene la reflexión, Anartz, respira amigo, el tiempo solo es otra demostración del lecho sobre el que nadamos todos los días. Está demostrado que tu genialidad es una conexión anómala, diferentes conectomas mal posicionados.
-¿A eso me reduces, Jon?
-Sí, nadie podrá emular tus cifrados sobre todo lo que te rodea, lo cambias todo Anartz, tienes que decidir salir, las presas en tu coto de caza son despiadadas, te engañan, debes volver al laboratorio.
-El mundo no merece las respuestas, moriré dentro de este recinto clásico, en esta pocilga bacteriológica, amenazado por la muerte de mis conectones. La vida pierde valor, incalculables segundos de lucidez reducidos a la nada, a la mera navegación.
-Anartz, ven conmigo, despierta, deja ya tus teorías, sé que estás ahí, esperando abrazar un árbol o besar a tus sobrinas, dile a tus presas que no morirán, escupe la tierra santa y vuelve al infierno en el que todos contenemos conciencia.
-Señor, buenas tardes.
-Buenas tardes doctor Dermit.
-Hoy es el día.
-Lo sé.
-¿Por qué insiste?, fue el contrato que él mismo redacto delante de todo su equipo.
-Es que la vida vale, doctor, él tiene que volver con nosotros, es la clave para desentrañar el misterio que llevamos milenios intentando descubrir.
-Tienen las piezas señor, él decidió alejarse y debemos respetarlo, el mundo espera tras sus televisores el desenlace, traerá millones de lágrimas, pero es su decisión, él es su propio conectoma, morirá al marchitarse su cerebro.
-La vida... no es mi afirmación la verdadera respuesta, la vida no está dentro de un juego filosófico, lo queremos a él, lo que logró la ingeniería genética tras miles de millones de intentos hasta dar con un prototipo perfecto, Anartz, ¿cuántos años pasarán hasta que vuelva a aparecer entre nosotros un brillo de tal magnitud?, ¿y si todos nuestros conectones son anómalos y él el verdadero humano sobre la faz de la tierra?, dejaremos morir el último haz de luz para sumergirnos en la oscuridad absoluta en medio de este lago incansable de roca frías.
-Es usted un buen amigo.
-Lo sé doctor, lo extraño.
-Debe marcharse, es hora.
-No lo haga.
-Si insiste la fuerza viva del orden vendrá a cumplir el contrato.
-Entiendo.
-Jon, estoy triste, Jon sé que estás, Jon creo que la conciencia es el peor error genético, debemos dejarnos morir a disparos y explosiones, es lo que nos hace bárbaros hasta el final, cuando la naturaleza recupere su equilibrio al extirpar su propio conectoma errático podremos descansar, todas esas vidas que se creyeron importantes, todos los egos y manifestaciones deificas caerán hasta hallar en el polvo su lugar de reposo. Soy un figura que no contiene nada y todo, soy información en todos mis contenidos, sé que me estudiarán, lo supe al ver las miradas de mi equipo en el laboratorio, tienen sed de recorrerme, no niego que pensé en quemarme, explosionarme o ahogarme en el cantábrico, no niego haber creado artilugios perfectos para el suicidio. Aún así, tras elegir una muerte pública supe que las respuestas no llegarán jamás, no están preparados para perder la ilusión, el pastel es bonito, el tiempo provee de estados y las variables numéricas aumentan la sensación de vivir. No están preparados, no lo estarán jamás, el milagro que ellos llaman vivir es un castigo para mi, debo estar en las estrellas, buscando no comprender nada, no analizar nada, ser nada e incluso traspasar el plano físico y no existir en ninguna dimensión, en ningún espacio granulado lento. Mi reloj lo tienes tú en tu muñeca, respira Jon, respira y observa lo que están pisando, solo respira, que la vida realmente es eso, una insistente acción de tus órdenes primarias, un capricho de tu sistema límbico.
-Agur Anartz, Askoren mina, tontoen atsegina.































Crónica del cambio anunciado. 





Lo dejaron tirado frente al portal de su banco, aspiraba polvo intentando recuperar todo el oxígeno que había perdido en el maletero de ese Audi viejo despintado. Agua, sonido de agua, el abrazo de su madre, las sonrisas solitarias frente al espejo del baño, algún polvo olvidado, una sonata frente al mar y un suspiro errático con alguna mujer errónea, eso y más, eso y mucho más procesaba mientras respiraba el polvo de aquella calle que había caminado durante décadas. ¿Qué precio tenía el oxígeno que ingresaba en forma de vida a su cuerpo?, pedía un cambio aunque sentía la comodidad de sentir que el peligro ya había pasado, todas las formas del miedo se habían enterrado en alguna parte de la psique. 
Tosió, escupió y relamió mientras comenzaba a sonreír tocando en sus pensamientos una canción de Radiohead, ¿cuánto dinero había pasado por sus manos?, no sentía el cuerpo, nada le alejaría de su nueva vida, la bohemia era su opción primaria, nada se asemejaba más a la felicidad que emular aquellos años dorados junto a la naturaleza alucinógena. 

-¡Llamen a una ambulancia!, ¿señor, se encuentra bien?, ¡por Dios, hay un hombre desangrándose!, ¡hagan algo, llame a la policía, no sé, haga algo, deme el teléfono, ya!, ¡el teléfono hostias!_se extendió una mano generosa a la vez que sus ojos viraron para ver el rostro de aquélla fémina injuriosa.

La pique conformó una playa oscura con un mar negro teñído de algas rojas, un barco repleto hasta sus bordes, semi hundido se aproximaba a su costa apagada por la sorpresa. El miedo llegaba a las costas de la humanidad reprimida, ningún primate sentía como aquél, tendido boca abajo sin mover un músculo.

-¿Puede oírme, señor?, están en camino, están en camino, míreme, no cierre los ojos, señor, ¿puede oírme?, ¡necesito ayuda, por favor!, se muere, se muere, por Dios, no me dejen sola, no quiero ver morir a nadie, ¡por favor, que alguien nos ayude!_un alma apenada pero segura se acercó delante de la decena cobarde que se escudaba dentro de sus automóviles y ventanas acondicionadas con el calor del hogar contenido.

Del barco descendieron dos sombras arrastrando imágenes acumuladas en una celda, estas chocaban y flotaban, podía ver los movimientos, eran sus emociones reproducidas, aquellos colores y texturas eran sus anteriores minutos, miles de millones en instantes visibles. Sintió recorrer la fría arena acercándose a la sombra más alta y robusta. ¿Cuánto había valido el dinero en sus manos tras conocer el límite de sus deseos?, una risa infante se hizo eco en el aire ácido, algunos pájaros cayeron muertos mientras él miraba los instantes encerrados en la celda de algas rojas y péndulos.

-No cierre los ojos, no lo haga, Dios, ayúdanos, ¿cuánto falta?_ eran dos acompañantes, las sirenas comenzaban a hacerse hueco entre los edificios, la esperanza brotaba, ella solo quería alimentar a Sally su gata con ojos de dos colores y soñar despierta mirando la televisión residual. Se miraron, encontraron en dicho acto una revelación, quizás al sentir cómo las manos se anudaban para extirpar el miedo con el que se habían vestido sin previo aviso una mañana soleada de noviembre en la que nada debía comprometer la rutina en la que tanto luchaban para mantener.
-Tranquila, estamos juntos, ha hecho todo lo que debía, solo queda esperar._pudo haber sido la textura que transmitieron los nervios de sus manos o la energía de descarga que soltaron los cuerpos, quizás fue el olor o las pestañas, sintió a la muerte rasgarle la espalda mientras luchaba con aquél desconocido sobre la acera. El horror la elevó y por un instante supo que no había vuelta atrás. Paneó la escena sin pensar para comprobar que no era el sofá de su casa ni la mano ó una garra felina gastada por los años. Vio en la sangre una respuesta y marchó corriendo, llorando mientras sudaba de miedo. Las sirenas la cruzaron en su trayecto mientras que la fugacidad de sus deseos se apagaban para darle paso a la tristeza de la cruda realidad, él, esa persona de rasgos indígenas no era nadie especial, ni siquiera el cuerpo tendido repleto de marcas violentas, nada de lo que acontecía podía elevarla en importancia, solo quería recordar cómo se sentía cuando Sally y su ronroneo la despertaba. Tras las frenadas en la avenida junto a la ría se detuvo a recobrar el aliento, la vías del tranvía vibraban silenciosas evidenciando la llegada de esos vagones repletos de gente muda, medio muerta y inconciente. Revisó automáticamente sus sentimientos sin proponérselo y se sintió emparentada con aquél individuo a punto de levitar en las comarcas de la ensoñación o el delirio. Se arrodilló expresando así su terrible agonía y tras unos segundos de rezos cortos temerosos se abalanzó contra la barandilla para saltar libremente hasta chocar con la turbulencia de las aguas embravecidas que buscaban engullir todo lo que encontraba a su paso. Instante antes, instante después la celda de algas rojas estalló en una inmensa galería de colores desfilando para el bancario rendido ante temible belleza sensorial, ¿todas esa gamas de emociones eran el cúmulo de sentimientos que atesoraba hasta el final?, aquello fue grandioso, continuó arrastrándose por la arena fría y húmeda encontrando el frescor del agua rozar sus labios llenándolos de sal, alzó sus ojos desorbitándolos hasta hallar en el cielo esas estrellas que ya no veía regularmente por la contaminación, ante el ácido y el monumental barco dejó de respirar, ya no lo necesitaba, dentro de sus aguas hallábase en plena forma y estado eligiendo así la sabiduría del silencio y las vibraciones como nueva comunicación, el lenguaje desaparecía componiendo sinfonías agónicas en forma de tormentas eléctricas.

-A un lado, desfribilador... uno, dos, tres, uno, dos..._el hombre ante la muerte presente se dijo a sus adentros que aquello no tenía comparación con nada, que sus hijos valían mucho más que la justicia desbalanceada que lo alejaba conforme lo estafaba económicamente. Miró las palmas de sus manos buscando la huella de su historia, oyó un silbido familiar inventado pero que sirvió para terminar el rompecabezas que conformaba su valentía tapada en piedras y años. Sonrió por esa mujer pálida, esmirriada y frágil, sonrió y se perdió entre esas almas alborotadas en una mañana tibia de noviembre.